Doce mil euros en solo dos semanas. Eso fue lo que ganó una prostituta que se marchó a hacer una plaza -como se dice en el argot del mercado del sexo- a Dubái, el último de los destinos elegidos por estas mujeres para ejercer su trabajo y al que viajaron ya, que se tenga constancia, dos chicas que antes trabajaban en la capital lucense. «Las chicas fueron contratadas por agentes online y no trabajan ni en clubs ni en pisos. Allí, al tratarse de un país islámico, lo hacen en hoteles», explica el sociólogo José López Riopedre, que realizó una investigación sobre la prostitución en Lugo y que conoce dos casos de mujeres que optaron por marcharse al Oriente Medio.
Frente a estas ganancias, no hay ofertas alternativas en España y esta situación está creando una migración de prostitutas lucenses, especialmente brasileñas, hacia Dubai y también hacia otros países europeos más cercanos, como Francia, Suiza o Reino Unido, o más lejanos, como Suecia. «Cuando antes se marchaban de Lugo para hacer plazas en A Coruña o Madrid, ahora están optando por irse a Francia -especialmente, Toulouse o París-, el Reino Unido, Suiza e incluso Suecia -a la capital, Estocolmo- donde, en teoría, no existe la prostitución. El motivo es la crisis económica, como ocurre en otros sectores. Si hace ocho años entrabas en un club y estaba lleno, ahora no hay movimiento. El mercado del sexo forma parte del capitalismo global, como pasa con el resto de sectores económicos», afirma este investigador, que añade que este fenómeno está protagonizado, sobre todo, por brasileñas.
Algunas chicas optaron por dejar el oficio al no tener garantizados entre 2.000 y 2.500 euros al mes y acabar convertidas en mileuristas
PISOS. Este movimiento está provocando, según apunta José López Riopedre, el cierre de varios pisos de citas a lo que se suma también la crisis. «Cuando hice la tesis, entre 2002 y 2007, había unos 50 pisos de citas en Lugo. Ahora no se llega a ese número ni de lejos. Muchas mujeres dejaron de ejercer la prostitución en pisos pero esto no significa que se vayan a la Tinería. La población de prostitutas es allí estable y son mujeres de ambientes más marginales. Suelen pasar dos cosas: o que se marchen de Lugo a otras plazas o que dejen este trabajo y se dediquen a otra cosa. Varias de ellas me decían que si no ganaban de 2.000 a 2.500 euros al mes, no se dedicaban a esto porque, decían, que para ser mileuristas se quedaban con las ayudas sociales», señala el investigador.
