El penúltimo pleno ordinario del actual mandato en la corporación municipal de Lugo, que se celebra en la tarde de este 6 de abril, está marcado por la lentitud y los larguísimos y densos debates en casi todos los asuntos.
Uno de los temas abordados fue la modificación presupuestaria propuesta por el gobierno local, la primera del ejercicio, que no se podrá llevar a cabo porque el PP lo impidió. Esta modificación significaba renunciar a pedir un crédito previsto en los presupuestos municipales.
También se registró un largo debate, acentuado por las implicaciones políticas del caso, en la petición de la Diputación para permitir un cambio de uso en el antiguo hogar de Santa María, propiedad municipal cedida a la Diputación hace décadas para usos sociosanitarios. El ente provincial pidió que se autorizaran usos administrativos, a fin de instalar allí la sede del Servicio Provincial de Recaudación. Este departamento ocupa en la actualidad un bajo alquilado a la familia de un exconcejal del PP.
También se aprobó el modelo de gestión directa del ciclo del agua, una vez que se ha descartado crear la prevista y polémica empresa mixta. PSOE y BNG, que en su día fueron los impulsores de ese proyecto, votaron a favor, mientras que el PP se abstuvo.