La burocracia obliga a lucenses a vivir en casas con humedades

Empresarios del sector de la construcción y vecinos están poniendo el grito en el cielo porque el Concello de Lugo está demorando costosos proyectos para mejorar la eficiencia energética de edificios de la ciudad
Edificio de la Avenida da Coruña con el proyecto paralizado
photo_camera Edificio de la Avenida da Coruña con el proyecto paralizado

Empresarios del sector de la construcción y vecinos están poniendo el grito en el cielo porque el Concello de Lugo está demorando costosos proyectos de reformas de fachadas y medianeras para mejorar la eficiencia energética de edificios de la ciudad. Está denegando las licencias solicitadas porque el aislamiento térmico que contemplan estos proyectos supone un aumento del volumen del inmueble, que, según argumenta el servicio de arquitectura municipal, "excede" los límites de edificación permitidos por el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).

Uno de los ejemplos de ese frenazo que está sufriendo la rehabilitación energética es el edificio número 238 de la Avenida da Coruña. Su comunidad de propietarios lleva ocho meses esperando para poder ejecutar las obras que pongan fin a las filtraciones de agua que arrastra este inmueble que acaba de cumplir 20 años. En julio presentaron la solicitud de licencia para un proyecto que supone un desembolso de 56.338 euros y se la denegaron.
Un portavoz de esta comunidad de 35 viviendas explica que la reforma consistiría en quitar el granito y colocar el aislamiento térmico, lo que supondría un aumento de la fachada de "tres centímetros a lo sumo".

Este vecino asegura que "cuanto más tiempo pase, peor". Dice que la demora supone un "trastorno" porque mientras no reparen la fachada tendrán que sufragar "los parches" que vayan poniendo a los daños por filtraciones de agua en el interior de los pisos, como por ejemplo si se levanta el parqué o si hay que pintar una estancia.

En su caso además, como el año pasado reformaron la cubierta, pretendían aprovechar los mismos andamios que estaban instalados para acondicionar la fachada, lo que les hubiese supuesto un ahorro "de 5.000 a 7.000 euros" entre licencias y montaje.

La solución que les ofrecen desde el Concello es esperar a que se realice la modificación puntual del PXOM que contemple esos aumentos de volumen en este tipo de obras.

El sector de la construcción, que ve en la rehabilitación energética un nicho de negocio para paliar la crisis, también sufre ese parón. José Fidalgo, que es gerente de una empresa de revestimientos y rehabilitación de fachadas y cubiertas, indica que le está causando "un grave perjuicio económico" porque, en su caso, tiene "paralizados dos proyectos" cuantiosos. Asegura que esa situación no se repite en otros ayuntamientos de la provincia.

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