"La autopalpación de testículos salva vidas"

Javier Casas, miembro del servicio de Urología del Hula, cuyos integrantes se pusieron bigote para sumarse al Movember, destaca el papel de la exploración testicular desde la infancia

Equipo del servicio de Urología del Hula. EP
photo_camera Equipo del servicio de Urología del Hula. EP

Los miembros del Servicio de Urología del Hula quisieron sumarse este viernes al movimiento Movember, una iniciativa nacida en Australia que se ha extendido por todo el mundo y que pretende que noviembre sea el mes para poner el foco en las patologías específicas del género masculino. Personal facultativo y de enfermería de este servicio se fotografió con bigotes, naturales o postizos, porque el mostacho es la seña de identidad de esta campaña.

Javier Casas, urólogo, indica que se ha demostrado que no existe un screening a la población masculina general que tenga un impacto en la superviviencia frente a cánceres como el de próstata o el testicular. "Una autopalpación de testículos salva más la vida que un screening con marcadores tumorales", dice. Casas resalta que, aunque la prevalencia del cáncer de testículos es muchísimo menor que el de próstata, es importante realizar exploraciones frecuentes desde la infancia. "A los padres siempre les inculcamos que cuando bañan al niño lo exploren y que él vaya cogiendo el hábito de autopalparse" con el fin de comprobar que el testículo está en la bolsa o ver si se aprecian durezas o masas, en cuyo caso debe acudirse al médico.

Según este urólogo, en este tipo de patología, el pronóstico "depende mucho del tiempo que transcurra entre el diagnóstico y el tratamiento" porque la progresión del tumor, aunque sea pequeña, va a influir en la supervivencia. Al contrario de lo que sucede con el cáncer de próstata, los picos de mayor incidencia del cáncer testicular se dan en edades tempranas: en la edad pediátrica y la adolescencia y entre los 20 y 40 años. La vigilancia debe extremarse en casos de criptorquidia, antecedentes de infertilidad y de calcificación testicular y antecedentes familiares de cáncer testicular.

En el caso del cáncer de próstata, una enfermedad que lleva a pasar por el quirófano a unos 80 lucenses cada año, se ha probado que es más efectivo hacer un screening dirigido. Así, se recomienda hacer un test del antígeno prostático específico (PSA), a los 45 años en hombres de raza negra o si hay antecedentes familiares de cáncer de próstata en parientes de primer grado. La tasa de supervivencia en este tipo de patología es alta, pues el 95% de los afectados sobrepasan la década desde que reciben el diagnóstico. Es importante, señala Casas, saber en qué punto está la enfermedad, lo que facilita adecuar el tratamiento a cada caso.

Comentarios