La apertura este jueves de la de La Fundación amplía el kilómetro cero de las terrazas en Lugo: la Praza Maior. Son terrazas que se mantienen abiertas todo el año y que tienen mucho tirón incluso en invierno, bajo el calor de las estufas. En el caso de esta inauguración, el tiempo ayudó a que se llenasen y parece que contribuirá a que siga así durante todo el fin de semana.
Las sillas de La Fundación son ahora la que ocupan el lugar más al fondo de la plaza, después de la del Café Bar Centro, que junto al Canela y Los Soportales completan la oferta en esa zona. Junto al consistorio también se coloca otra terraza más, aunque esa no es permanente como las de los cantones.
Aunque se trata de un punto de especial interés, lo cierto es que la proliferación de terrazas por toda la ciudad es más que evidente.
El negocio de servir bebidas y comidas al aire libre funciona especialmente bien desde que se aprobó la Ley Antitabaco en 2010, que prohibió fumar en el interior de los locales públicos. Lejos de perjudicar a la hostelería como muchos vaticinaron en su momento, atrajo a muchos clientes a sus terrazas.
Pero, aunque el crecimiento fue claro ya en ese momento, un empujón decisivo fue también la decisión del gobierno municipal en agosto de 2017 de aceptar la demanda de Lugo Monumental y rebajar las tasas que deben pagar los hosteleros por las terrazas. Hasta entonces, las tarifas eran las más caras de toda la comunidad gallega y, a partir de ese momento, las únicas ciudades que pasaron a tener tasas de ocupación de la vía pública más baratas que las de Lugo fueron Vigo y Ferrol.
Los descuentos oscilaron entonces entre el 50 y el 60% y supusieron que una terraza en el centro de 24 metros cuadrados y con ocho mesas pasara de pagar 1.391 euros a 463. Una que ocupe el mismo espacio, pero lejos del centro, en vez de abonar e 267,8 euros pagaría 89,28 euros.
El verano pasado había 106 licencias ya concedidas o en tramitación en el Concello para instalación de terrazas en las vías públicas del municipio.
