Juzgan a cuatro personas por obligar a mujeres a prostituirse y maltratarlas

Los dueños del club y dos encargadas las obligaban a vivir y trabajar en condiciones inhumanas
Audiencia Provincial de Lugo. AEP
photo_camera Audiencia Provincial de Lugo. AEP

La Audiencia Provincial de Lugo juzgará la próxima semana a cuatro personas acusadas de obligar a varias mujeres a ejercer la prostitución en un club y someterlas a todo tipo de vejaciones. El ministerio público mantiene que las víctimas vivían y trabajaban en condiciones "de extraordinaria dureza" y algunas de ellas llegaron incluso a sufrir agresiones físicas por parte de los acusados.

Tal y como relata el fiscal en su escrito de acusación, la pareja propietaria del club, F.J.R.F. y E.J., así como las dos encargadas del local, F.G.C. y L.M.S.S. organizaron entre junio de 2011 y abril de 2013 una trama para "explotar" mediante el ejercicio de la prostitución a varias mujeres de nacionalidad extranjera, "prevaliéndose de la apurada situación económica, personal y familiar en la que se encontraban".

Las mujeres que ejercían la prostitución en dicho local tenían la obligación de entregar 20 euros al día por dormir y comer en el club. Además, tenían que entregar todo el dinero que les cobraban a los clientes y eran los dueños del local los que decidían qué cantidad les entregaban a las chicas al final de la jornada. Igualmente, las mujeres estaban obligadas a dejar las llaves de su habitación particular al comienzo de la jornada de trabajo y no las podían recoger hasta la hora del cierre del negocio.

Los acusados les imponían también un sistema de sanciones económicas arbitrario si salían del club. Si lo hacían antes de finalizar la jornada de trabajo tenían que abonar 80 euros, mientras que si lo hacían una vez cerrado el local, pagaban 60 euros.

Los acusados, que afrontan penas de entre 5 y medio y 12 años de cárcel, les quitaban el dinero y las tenían días sin comer

Por otra parte, a pesar del dinero entregado por las trabajadoras en concepto de alojamiento y manutención, los acusados solo les facilitaban un desayuno y una cena "de escasa entidad", imponiéndoles distintos horarios cada día en función del trabajo existente en cada momento o de otras circunstancias, "sin que dichas mujeres tuvieran opción de conseguir alimentos en otros momentos del día". En alguna ocasión, las chicas estuvieron hasta tres días sin comer. Igualmente, según la Fiscalía, las condiciones higiénicas del alojamiento en dicho local "eran paupérrimas, negándose los acusados a conectar la calefacción en la zona del club correspondiente a los alojamientos de dichas mujeres y el comedor, así como a proporcionar agua caliente para su aseo".

El ministerio público acusa además a las encargadas de entrar en la habitación de una de las chicas y darle una paliza. "Se abalanzaron sobre la misma, la golpearon reiteradamente en la cabeza y otras partes del cuerpo, agarrándola y sujetándola F.G. por el cuello, mientras la acusada L.M.S. le vertía una botella de agua por la cara, provocándole una situación de asfixia", apunta.

El ministerio fiscal imputa a la trama los delitos de prostitución, trata de seres humanos y contra los delitos de los trabajadores, por los que solicita diferentes penas que van de los cinco años y medio a los doce años de cárcel.