Una enfermera de un centro sanitario lucense se sentará este martes en el banquillo como acusada de un delito de revelación de secretos. La Fiscalía considera que aprovechó su posición para consultar sin su permiso los análisis de una paciente y, posteriormente, revelarle a la pareja de esta que estaba embarazada y que posiblemente el hijo no era suyo. La mujer se enfrenta a una petición de pena de cuatro años de prisión, por un supuesto delito de descubrimiento y revelación de secretos. Además, de ser condenada deberá indemnizar a la mujer con 3.000 euros por los daños morales ocasionados.
Según recoge el escrito de acusación del ministerio público, "sobre las 18.45 horas del día 24 de mayo de 2019, prevaliéndose de su trabajo como enfermera en un sanatorio de la localidad de Lugo y sin hallarse autorizada para ello, accedió con su clave personal desde un equipo informático de dicho centro a la base de datos del mismo, en concreto a la historia clínica de la paciente, entrando en conocimiento del resultado de las pruebas analíticas a las cuales esta se había sometido unos días antes".
Posteriormente, prosigue, la acusada se puso en contacto con la pareja sentimental de la paciente, poniendo en su conocimiento que se hallaba embarazada y que "el tiempo de gestación que revelaban dichas pruebas no se correspondía con el tiempo que este llevaba de relación con dicha paciente, por lo que él no sería el causante de dicho embarazo", según la acusación.
