"A la Justicia el juicio del Cash Récord le dio igual, fue un trámite"

Isabel López, hermana de la cajera asesinada en Lugo, muestra su contrariedad por la absolución del acusado entre reproches al sistema
Isabel López, con gafas y jersey rosa, sigue el juicio por el doble crimen del Cash Récord sentada tras el acusado. XESÚS PONTE
photo_camera Isabel López, con gafas y jersey rosa, sigue el juicio por el doble crimen del Cash Récord sentada tras el acusado. XESÚS PONTE

No es fácil doblegar el ánimo de Isabel López. Tardó casi treinta años en forzar al sistema a llevar a juicio el doble asesinato que en 1994 terminó a balazos con la vida de su hermana Elena y de Esteban, su compañero de trabajo en el Cash Récord de O Ceao. No es exagerado decir que fue la determinación de Isabel y de otros familiares de las víctimas lo único que consiguió mantener vivo un caso tan mal investigado de inicio que estaba condenado a su archivo.

Tampoco la sentencia absolutoria que le llegó de la Audiencia Provincial el pasado viernes ha conseguido minar su espíritu y responde con la misma voz firme y determinada de siempre: "Yo estoy bien, sabíamos que la absolución del acusado era una de las posibilidades", reflexiona con tranquilidad, "aunque siempre nos quedaba ese hilito de esperanza de que fuera lo contrario". De hecho, la absolución del único acusado del doble crimen, Manuel Juan Vilariño, se había convertido para Isabel y los otros familiares "en la opción con más posibilidades, viendo tal y como se iban poniendo las cosas".

De esta manera se refiere a la actuación de la Fiscalía, cuyo papel en todo el proceso ha criticado reiteradamente y que finalmente ni siquiera ejerció la acusación en el juicio, y al juzgado y al propio tribunal, un sistema de Justicia al que Isabel se refiere como "ellos". "Lo que más me sorprendió de la sentencia", confiesa, "es comprobar que ellos ya tenían pensada esa solución. El fiscal no quiso acusar, que era importantísimo, así no iban a cambiar de idea por lo visto en el juicio. Personalmente creo que a ellos todo lo que se dijo en esos cinco días de juicio les daba igual, para ellos era solo un trámite".

Isabel López no acierta a comprender cómo después de "todo el proceso, tras un juicio de cinco días en el que los abogados explicaron los indicios y las pruebas, cuesta creer que no cambiaran nada de lo que ya tenían pensado. Despacharon todo el caso y cinco días de juicio y testigos en una sentencia de unos pocos folios".

Y todo esto, recuerda, después de una lucha de años que le llevó incluso a protagonizar huelgas de hambre para conseguir tener "un juicio que ellos no querían, como demuestran todas la trabas que pusieron para que no se celebrara. Es verdad que ahora hay muchos indicios pero ninguna prueba, porque todo se hizo mal desde el principio", sentencia.

Se hizo todo mal porque "estaba muy protegido" 

Isabel López sigue defendiendo la idea de que una mano negra guió una investigación que la propia sentencia de la Audiencia tilda de "inoperante". Según la hermana de la cajera asesinada, "se hizo todo tan mal porque el autor estaba muy protegido entonces en Lugo".

Lo que Isabel también aclara es que ella no quiere "tener un culpable por tener, ni conozco a ese señor. Lo que quiero es que se le investigue bien".

Las familias han decidido recurrir ante el Supremo para un análisis más exhaustivo

El caso de los crímenes del Cash Récord está todavía lejos de acabar. Las familias de las víctimas, según explica Isabel López, no solo van a recurrir la sentencia absolutoria ante el Tribunal Supremo, sino que "era algo que ya teníamos decidido de antes por si se daba este fallo. Nosotros seguimos manteniendo que existen indicios que apuntan que él es el autor". 

La confianza de Isabel es que los jueces del alto tribunal "examinen con más atención que aquí todos los indicios. Ya sabemos que no hay pruebas, pero también que muchos indicios pueden ser una prueba. Recurrimos con la idea de que examinen esos indicios más exhaustivamente". 

Isabel López dice que se esperaba la absolución porque el juicio no logró cambiar decisiones adoptadas previamente

Un recurso ante el Supremo puede significar sin mucho esfuerzo más de un año de espera, que se añade a los treinta que los familiares de Esteban y Elena ya llevan luchando. Sin embargo, nada de esto parece hacer mella en Isabel, que ni siquiera ha sufrido un bajón anímico tras conocer la sentencia absolutoria. "Al revés", rechaza con un tono y una actitud que despejan cualquier duda, "la sentencia me da fuerzas para recurrir al Supremo. He conseguido que tuvieran un juicio, pero no que se haga justicia". 

Sí que reconoce, no obstante, que no todas las personas en su entorno se tomaron la mala noticia igual y que algunos estaban "un poco defraudados. Es verdad que algunas necesitaron un enchufe de ánimo". No es necesario pensar mucho para saber de dónde obtuvieron la energía.

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