A juicio la trifulca entre un hostelero y dos sindicalistas por un despido

El empresario presuntamente empujó a una camarera, a la que había echado por teléfono, que acudió al bar con dos delegados de CC OO para exigirle que le abonase su finiquito

El despido de una trabajadora acabó este martes en los juzgados de Lugo, pero no como es costumbre en los de lo Social para resolver la demanda por la indemnización, sino en el de instrucción número 2 debido a un cruce de acusaciones por lesiones. La asalariada, que era camarera en un bar de Garabolos, fue despedida verbalmente por teléfono por el hostelero cuando solo llevaba un mes en el trabajo.

El empresario, que tiene varios establecimientos, entre ellos uno de los controvertidos 'after hours' de la Rúa Tui, pretendía abonarle unos 500 euros, según la afectada, cuando le correspondía cobrar más del doble -entre sueldo, finiquito, vacaciones...-.

En julio del año pasado dos sindicalistas de CC OO, central de la que era afiliada la despedida, le acompañaron para hablar con el hostelero con el fin de que les explicase por qué no le pagaba el finiquito.

Hubo un cruce de denuncias entre el sindicato y el empresario, en las que coinciden en pedir multas de 1.080 euros


Cuando uno de los representantes de este sindicato esperaba en el interior del bar y su compañero y la despedida estaban fuera en una mesa, llegó el empresario, que presuntamente le propinó un empujón a la extrabajadora, a la que insultó, y barrió de un manotazo las consumiciones que estaban tomando. Estos avisaron entonces a la Policía Nacional.

DENUNCIAS. La trifulca acabó con un cruce de acusaciones. El sindicato denunció al hostelero y a su pareja, que era la encargada del local, para los que pidió una multa de 1.080 euros a cada uno.

El empresario, que asegura que la víctima fue su pareja, que entonces estaba embarazada, denunció a los dos sindicalistas, a la despedida y a otra extrabajadora, que se acercó al ver el incidente. Reclama también una multa de 1.080 euros para cada uno.

La pareja del hostelero acudió tres días después al servicio de Urgencias y no se presentó cuando la citó el forense para el examen médico, según apuntaron los sindicalistas.

En este caso está personada la Fiscalía, que solicita por un delito leve de lesiones una multa de 1.080 euros para el hostelero, su pareja y la camarera despedida.