La Audiencia Provincial de Lugo celebrará la próxima semana un juicio contra los propietarios de dos clubes de alterne de Lugo y O Porriño (Pontevedra) acusados de alzamiento de bienes por poner a sendos testaferros al frente de sus negocios para eludir embargos. Los dos empresarios afrontan condenas de cuatro años de prisión, mientras que los dos testaferros se enfrentan a dos años de cárcel cada uno como cooperadores necesarios del delito.
Según los alegatos de la Fiscalía, en el año 2013, los dos empresarios adeudaban a varias administraciones públicas importantes cantidades de dinero derivadas de diversos expedientes administrativos, por impago de multas y otros conceptos, "alguno de ellos relacionado con la actividad empresarial que ambos desarrollaban, relativa a la explotación de clubs de alterne en diferentes localidades".
Por este motivo, ambos acusados, "conscientes de que los ingresos que obtuvieran por cualquier actividad podían resultar embargados", decidieron poner al frente de sus establecimientos a otras personas de confianza que formaban parte de su entorno y que no adeudaban cantidad alguna a la administración pública, "pero manteniendo ellos el control de esos negocios, de tal forma que conseguían los ingresos que se generasen sin que pudieran ser objeto de fiscalización". Según el fiscal, los testaferros cobraban 300 euros mensuales.
