La jueza del tarot abandona este jueves Lugo tras lograr plaza en A Coruña

María Jesús García deja tras de sí un buen puñado de polémicas y cierto alivio en los juzgados lucenses
 

La jueza y su asistente doméstico. EP
photo_camera La jueza y su asistente doméstico. EP

Dos años y medio después de haber llegado a Lugo para hacerse cargo del juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 3 de Galicia, María Jesús García, la jueza del tarot, cesa este jueves en su puesto. Su próximo destino está en A Coruña, donde se pondrá al frente de uno de los juzgados más delicados, el de violencia de género.

El Boletín Oficial de Estado publicó ayer el concurso de tras lados, con lo que se hizo oficial su cese. María Jesús García deja tras de sí un buen puñado de polémicas y cierto alivio en los juzgados lucenses.

Hay que recordar que, pese a que saltó a los medios de información por dedicarse a leer el tarot en una consulta que tenía en su casa, en sesiones por las que cobraba entre 15 y 20 euros, su actividad se vio envuelta en la polémica mucho antes. Desde su llegada en septiembre de 2016, por ejemplo, la Fiscalía se vio obligada a triplicar sus recursos contra los permisos y cambios de grados a presos, dado que la magistrada los concedía en muchas ocasiones en contra de los criterios de las juntas de tratamiento de las prisiones de Bonxe, Monterroso y Pereiro de Aguiar e incluso cuando no se habían cumplido los plazos. En uno de los casos, quería conceder un permiso a un hombre condenado a 36 años de prisión por matar y descuartizar a dos personas, cuando solo llevaba ocho años encarcelado.

También fueron sonados sus enfrentamientos con el presidente de la Audiencia Provincial, que le había censurado el hecho de que su "asistente doméstico", tal como ella denomina al hombre que la suele acompañar, tuviera las llaves de la Audiencia y se paseara por allí incluso de noche.

El mal ambiente también llegó a un punto difícilmente respirable en su propio juzgado con los funcionarios que trabajaban a sus órdenes, dado que ella se negaba a utilizar el ordenador y en el último tramo se comunicaba con ellos a través de notas en pósits. Sus decisiones llegaron al punto de que concedió varios indultos a presos, una potestad reserva para el Consejo de Ministros. La Fiscalía tuvo que recurrir estos autos y la Audiencia, frenarlos.

SIN CASTIGO. Pese a todo, la magistrada no solo deja Lugo por la puerta grande, sino en dirección al juzgado que ella misma pudo elegir gracias a la inacción del Consejo General del Poder Judicial. El órgano de gobierno de los jueces llegó a abrirle un expediente sancionador por falta "muy grave" por el asunto de las cartas del tarot; tanto el juez instructor del expediente como el fiscal propusieron para ella una suspensión de seis meses, pero la comisión disciplinaria del CGPJ decidió dejarla sin castigo.

Este diario trató de contactar este jueves con la jueza para conocer su opinión acerca de todo lo sucedido pero ella, a través de su asistente doméstico, rechazó la oferta. 

Violencia machista ►"Hay mujeres que vienen tomándonos el pelo a todos"
María Jesús García ya ocupó antes un jugado de violencia de género. Fue en Santander, y el CGPJ la multó por unas declaraciones en una entrevista en la que criticaba la ley, cuestionaba la necesidad de que existieran estos juzgados y decía cosas como que "hay muchas mujeres, sobre todo sudamericanas, que vienen aquí tomándonos el pelo a todo el mundo, diciendo ‘ahora quiero retirar la denuncia, ahora quiero arreglarme, reconozco que soy yo la que le pegué’".

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