Dos jubilados que zanjaron una pelea por el tute a navajazos aceptan un año de cárcel

Alcanzaron un pacto para no declarar el uno contra el otro y el fiscal rebajó su petición inicial, de tres años de cárcel, al "no quedar acreditado" el uso de armas
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photo_camera Los dos acusados, este miércoles en el Penal número 2 de Lugo. P.V.

Los dos jubilados acusados de resolver a navajazos una discusión, desencadenada por una partida de tute, aceptaron este miércoles sendas condenas de un año de prisión como autores de un delito de lesiones. Los dos hombres se enfrentaban a penas de tres años de cárcel, pero quisieron alcanzar un acuerdo de conformidad para no declarar en contra de su adversario. La Fiscalía modificó entonces sus conclusiones y alegó que "no había quedado acreditado" el uso de navajas u otras armas en la pelea, por lo que rebajó su petición en dos años.

Según había recogido el ministerio público en su escrito de conclusiones provisionales, los dos acusados iniciaron una discusión sobre las seis de la tarde del 21 de enero de 2019, cuando ambos se encontraban en el centro de convivencia municipal Maruja Mallo y riñeron por sus discrepancias sobre una partida de tute.

En un momento de la trifulca, J.A.F.G., que ese día cumplía 72 años, "sacó una navaja que portaba y cortó en la cabeza a su oponente, causándole una herida en el cuero cabelludo, que necesitó varios puntos de sutura y tardó nueve días en curar". El otro implicado, A.L.F., de 83 años, también "sacó otra navaja y cortó en la cara al septuagenario, quien sufrió una herida inciso cortante en la mandíbula, que necesitó tratamiento de sutura y tardó diez días en curar".

Tras el enfrentamiento, J.A.F.G. explicó que el altercado tuvo lugar en los aseos del centro municipal, debido al encontronazo que arrastraban ambos jubilados desde hacía unos días por el tute. Según su versión, el rifirrafe se había desencadenado cuando él estaba jugando una partida con otros tres usuarios y el otro implicado se sentó a su lado y comenzó a decirle que llevaban malas cartas y que no iban a ganar. En ese momento, el septuagenario le respondió: "Quien lo tiene que decidir soy yo, que estoy jugando, no eres tú. Si pierdo, pierdo yo. Si gano, gano yo. Es mejor que te vayas para otra silla".

El altercado se registró en el centro de convivencia municipal Maruja Mallo

Veinticuatro horas después de este incidente, los dos jubilados se vieron de nuevo en el mismo centro y volvieron a discutir todavía con más ímpetu. De hecho, se liaron a golpes con tanta violencia que tanto los trabajadores como los demás usuarios llamaron de inmediato a la Policía Local.

NAVAJAS. Los agentes acudieron a las instalaciones y encontraron una navaja, de unos ocho centímetros de hoja, en una de las sillas del espacio donde se jugaba a las cartas. Además J.A.F.G. portaba otra navaja en su bolsillo. Los investigadores trasladaron el atestado a juzgado y el ministerio público acusó a los dos jubilados de sendos delitos de lesiones con instrumento peligroso, por los que solicitaba tres años de prisión para cada uno.

Sin embargo, en la vista oral que se iba a celebrar este miércoles en al Penal número 2 de Lugo, ninguno de los acusados quiso cargar las tintas contra su oponente. Los letrados de la defensa llegaron a un pacto con la Fiscalía, que aceptó retirar del escrito de acusación cualquier referencia a las "navajas u objetos punzantes" y rebajó su petición a un año de cárcel para cada uno. Las partes acordaron además suspender la pena a los dos jubilados, a condición de que no vuelvan a cometer ningún delito en el plazo de dos años y a que cada uno de ellos le abone al Servizo Galego de Saúde los gastos de la asistencia médica dispensada al otro. Los dos acusados mostraron su conformidad.

El Concello les prohibió acceder a los centros sociales 
A raíz de esta reyerta, la concejalía de bienestar social del Concello de Lugo decidió, como medida cautelar, prohibir el acceso de los dos jubilados al centro social Maruja Mallo y a los otros seis centros del Concello de Lugo (Fingoi, Lamas de Prado, A Milagrosa, Sagrado Corazón, Uxío Novoneyra y María Balteira). 

Un hecho puntual 
La administración local señaló tras la trifulca que se había tratado de un "hecho puntual" y explicó que la prohibición se iba a mantener durante "un tiempo prudencial". Finalmente, la aplicó durante varios meses.