Una joya que resucita

Los trabajos de restauración del claustro de la catedral están casi finalizados y pronto se volverá a abrir a los visitantes
La limpieza a que fue sometida ya se aprecia en todos los elementos del claustro. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera La limpieza a que fue sometida ya se aprecia en todos los elementos del claustro. VICTORIA RODRÍGUEZ

Casi un año después de haberse iniciado los trabajos de restauración, el claustro de la catedral de Lugo está prácticamente listo para mostrar su serena belleza barroca en toda su dimensión. Uno de los lugares del templo que más tumbas y enterramientos acumuló a lo largo de los siglos podrá revivir ahora como uno de los claustros más significativos del barroco en Galicia.

Es un estilo artístico que sus diseñadores, Gabriel de las Casas y Fernando Casas Novoa, prefirieron dejar fluir en la ornamentación con gárgolas y florones para mantener en conjunto la sobriedad. Todos estos detalles ya se pueden ver resaltando después de la que probablemente es la limpieza más exhaustiva en 300 años.

Según explicó el deán de la catedral, Mario Vázquez, los trabajos están ya en su punto final y el claustro podrá volver a ser visitado dentro de muy poco. Faltan por trasladar algunos elementos, sobre todo funerarios y de piedra, que se apilaban antes por este espacio. Se llevarán, según indicó el deán, al almacén del que dispone la Diócesis para proteger los distintos elementos del patrimonio artístico que se va recogiendo de las parroquias.

Esto permitirá despejar bastante un espacio que ha sido sometido a una cuidadosa limpieza y restauración que incluyó también tratamientos químicos específicos para la piedra de determinados rincones que se presentaba especialmente dañada, en particular los efectos de tantos siglos de enterramientos. Las paredes, tanto interiores como exteriores, han sido liberadas además de los líquenes, hongos, algas y diversas plantas que habían ido enraizando sin que fueran controladas.

Comentarios