La joven lucense que denunció a un chico en la noche del lunes al martes por un supuesto caso de abuso sexual modificó su versión inicial en sede judicial y explicó que solamente se había tratado de "un roce".
La chica, de 19 años de edad, había acudido a la comandancia de la Guardia Civil de madrugada para contar que había entrado a comprar comida en un establecimiento de la capital, en las inmediaciones de la Avenida de Ramón Ferreiro, y que el propietario le había tocado los pechos. Los guardias pusieron inmediatamente los hechos en conocimiento de la Policía Nacional de Lugo y los agentes procedieron a la detención del joven.
El chico —que es de origen extranjero y tenía algunas dificultades para expresarse correctamente en castellano—, reconoció en sede judicial que se acercó a la chica y que le dio un beso en la mejilla para despedirse, ya que ambos se conocían con anterioridad, pero aseguró que hubo ningún tipo de abuso ni otra conducta de índole sexual.
De hecho, tal y como confirmó la letrada de la defensa, la joven corroboró la versión del detenido en el transcurso de su declaración y manifestó que ambos se habían despedido y que, en ese momento, le había rozado los pechos, sin hacer referencia a ningún tocamiento explícito.
Tras escuchar el testimonio de los dos implicados, el juez decretó la puesta en libertad del joven, a la espera de finalizar la instrucción del procedimiento. Además, denegó la orden de protección que había solicitado la denunciante, al entender que no había la consistencia suficiente en el relato de la presunta víctima como para acceder a su pretensión.
De este modo, el detenido quedó en libertad sin que se le impusiera ningún tipo de medida judicial preventiva.
