La idea de convertirse en polvo estelar después de muerto ya dejará de ser ciencia ficción para convertirse en realidad de la mano de Stardust Space Company la próxima primavera. Se trata de una iniciativa emprendedora ideada por una joven abogada lucense, Andrea Santos López, que consigue aunar a través de este proyecto sus dos grandes pasiones: la astronomía y el Derecho. Stardust Space realizará envíos de cenizas de personas fallecidas al espacio. Será la primera empresa de España y también de Europa en llevar a cabo esta tarea.
Andrea Santos pertenece a una conocida familia de abogados lucense y está especializada en Derecho Espacial por la International Space University, con sede en Estrasburgo (Francia). A través de esta universidad —epicentro de los estudios aeroespaciales en Europa—, Andrea Santos logró contactar con Space X, una empresa estadounidense de servicios de transporte espacial, con la que piensa trabajar para realizar los envíos de cenizas de personas fallecidas al espacio. El proyecto acaba de ser presentado la semana pasada en el Congreso Internacional Astronáutico, celebrado en París, y fue muy aclamado por los asistentes al evento.
"La idea de este proyecto es desmitificar el último adiós, que siempre es duro, y hacer algo memorable. A través de tecnología aeroespacial, lanzaríamos las cenizas de los seres queridos fallecidos —previamente encapsuladas— en la órbita heliosíncrona (sincrónica al Sol). De momento, es un proyecto que está en la fase semilla pero pretendemos sacarlo adelante ya en la primavera del año que viene", explica Andrea Santos, que actualmente trabaja en una empresa de tecnología satelital en Bruselas.
Las cenizas van depositadas en cápsulas de aluminio, que se desintegrarán en cuanto lleguen a la órbita sincrónica al Sol. El coste del servicio sería de 24.000 euros, lo que incluiría el pack completo de servicios, desde el envío de las cenizas hasta su lanzamiento.
"Para ser un servicio espacial es muy barato porque esto incluiría todo el proceso, desde que se envían las cápsulas de aluminio a las familias hasta que las cenizas se lanzan en el espacio. También incluiría el viaje del cliente para ir a ver el despegue del cohete en el que viajarían al espacio, que podría ser a Cabo Cañaveral o a Boca Chica (Estados Unidos), así como una figura conmemorativa y un certificado del éxito de la expedición y de las cenizas lanzadas al espacio", explica Andrea Santos.
Procedimiento
El proceso del envío de las cenizas comenzaría con el encapsulamiento de estas por la familia del fallecido. Como máximo, sería un kilo de cenizas por cliente. La empresa, que tendría sede probablemente en Madrid y también en Estados Unidos, almacenaría la cápsula y escanearía las cenizas por Rayos X con el fin de que no lleven otro tipo de restos que hayan quedado sin quemar como trozos de empaste o algún hueso pequeño. Una vez pasada una segunda validación, las cenizas encapsuladas viajarían rumbo a la plataforma Space X, con sede en Estados Unidos.
"Se prevé que en cada envío al espacio vayan las cenizas de 100 personas porque lo máximo que se admite serían 100 kilos. En el despegue del cohete, que funcionaría como un Uber espacial, las familias podrían también hacer algún tipo de despedida con música o un banquete, pero eso sería a gusto del consumidor", indica la emprendedora lucense.
De momento, Stardust Space pretende hacer un solo lanzamiento en 2023 pero la idea es llegar a realizar hasta tres al año. El proyecto está abierto a la colaboración con posibles socios o inversores, que deseen sumarse a esta iniciativa emprendedora.
"Para mí, es algo muy significativo lanzar las cenizas de un ser querido fallecido al espacio porque eso supone fusionarse con el universo volviendo a ser polvo estelar, que es de donde venimos. Es el mejor sitio para el descanso final y, realmente, nosotros mismos también somos polvo estelar", opina Andrea.
