Salió de fiesta como una noche cualquiera, pero regresó a su casa enfurecido, o al menos desatando su ira contra todos los vehículos que se encontraban estacionados en la vía pública. El chico, de 27 años de edad, se lio a golpes con los turismos que se cruzaba en su camino y rompió al menos 25 retrovisores.
Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del domingo a lunes, cuando el joven caminaba por el barrio de A Piringalla y causó destrozos en todos los espejos de todos y cada uno de los coches que se cruzaba en su camino. El chico causó tal estruendo a su paso que varios vecinos se despertaron y llamaron a la Sala del 091.
Tras recibir el aviso, varias patrullas de la Policía Nacional de Lugo se trasladaron de inmediato al lugar indicado y localizaron al autor de los desperfectos, que fue detenido como presunto autor de un delito continuado de daños. El joven -que hasta el momento no tenía antecedentes por cometer hechos delictivos- fue trasladado hasta las dependencias policiales de la Rúa Chantada y acabó su ajetreada noche durmiendo en los calabozos.
DENUNCIAS. Los policías recorrieron el barrio y comprobaron que había al menos 25 vehículos con los espejos retrovisores destrozados. Los turismos se encontraban estacionados en varias calles de la misma manzada, como la Rúa Mazaira o Camiño Verde, entre otras. Los agentes dejaron notas en los parabrisas de todos los turismos afectados, explicando a los propietarios que la Policía Nacional de Lugo ya tenía conocimiento de lo sucedido e invitándolos a presentar la correspondiente denuncia. "Cuando pueda, se pasa por la comisaría, sita en la Rúa Chantada, para denunciar los hechos", solicitaban.
Los afectados siguieron las indicaciones de las fuerzas de seguridad y muchos acudieron este lunes a la sede policial para denunciar los daños y exigir responsabilidades al presunto autor, quien seguramente se tendrá que hacer cargo de la reparación de todos los retrovisores que destrozó de una forma tan absurda.
