A dieta por una garrapata

Josefa Paz: "Botei de menos a carne ao principio, agora lévoo ben"

Tras dos reacciones consecutivas después de una operación, sabe que solo puede comer "os animais de dúas patas"

Entrada del HULA. AEP
photo_camera Entrada del HULA. AEP

Josefa Paz tiene 66 años y varias alergias, entre ellas, a la carne de mamífero. Su caso es llamativo porque, al contrario de lo que viene siendo habitual, no acudió al hospital después de que le diese una reacción alérgica mientras digería una churrascada o un chuletón. A ella la reacción le dio en el propio hospital después de una operación y por dos veces consecutivas.

A finales de 2016, Josefa fue operada de un mioma y, al salir de la intervención, le administraron Gelaspán, un expansor plasmático de uso frecuente que contiene gelatina bovina. Acto seguido presentó una urticaria e hinchazón de lengua, una reacción alérgica que los médicos controlaron. Poco después, entre otros fármacos, volvieron a incluir el Gelaspán y tuvo una segunda reacción, esta vez más fuerte, con los mismos síntomas que la anterior y, además, dificultad para respirar y vómitos. "Eu a primeira non a lembro, pero si a segunda. Despertei e había moita xente ao redor da cama. Volvín a atoparme mal e despois perdín o sentido", cuenta.

Fue citada por el servicio de Alergoloxía del Hula para hacerse unas pruebas que confirmasen la sospecha de que tenía alergia a la carne de mamífero. "Dixéronme que ata que chegaran non podía comer carne de porco, de vaca, de coello... Pensei que por dous meses non pasaba nada e xa pasaron máis de dous anos. Esto non ten cura, é para toda a vida", explica. Admite que inicialmente no lo llevó nada bien. "Ao principio sí botaba de menos a carne. Case a comía todos os días, sobre todo xamón, e parecía que non sabía qué comer. Agora lévoo ben, xa teño costumbre", dice. Explica que tiene claro que, para ella, solo valen "os animais de duas patas: os pavos, os polos...".

"Non podo tocar coa culler da comida dos outros da casa a miña comida, teñen que estar separadas"

Su nueva condición de alérgica a la carne le obliga a hacer dos comidas diferentes muchos días. "Non podo tocar coa culler da comida dos outros a miña comida, teñen que estar separadas", apunta.

Tampoco puede comer gelatinas ni algunos postres o galletas que llevan grasas animales. A consecuencia de todos los cambios en su alimentación admite que ha perdido un poco de peso, pero muy poco, sigue teniendo una constitución muy parecida a la de antes.

Hasta que pasó por quirófano comía carne de mamífero con normalidad y no sentía que le afectase de ninguna manera. "O único o fígado, que sí me sentaba mal e xa deixara de comelo por eso, pero polo demás non notaba nada", asegura.

Josefa había sufrido picaduras de garrapata tiempo antes. Explica que le gustaba ir al monte y que, en alguna ocasión, le había picado un bicho sin que ella le diera mayor importancia. "Parece ser que pode ser a causa da alerxia á carne, pero no momento en que me picaron eu non lle prestei moita atención", explica.

Comentarios