José Manuel Grandío: "Una prioridad es formar a los colegiados para aprovechar los fondos de recuperación"

Tras 12 años en la directiva del Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Lugo, José Manuel Grandío acaba de asumir la presidencia, cogiendo el relevo de Javier Núñez. Las miradas de la junta, que es continuista, están puestas en las oportunidades que se abren con la lluvia de millones que recibirá España de Europa con los Next Generation.

Grandío Rodríguez (Lugo, 1954), ante la sede colegial en Lugo. XESÚS PONTE
photo_camera Grandío Rodríguez (Lugo, 1954), ante la sede colegial en Lugo. XESÚS PONTE

¿Qué prioridades se marca la nueva directiva colegial? 
España recibirá 70.000 millones de euros de Europa de los fondos Next Generation. Una parte se destinará a rehabilitar edificios que funcionan mal a nivel energético, consumen mucho, están mal aislados... Una prioridad que nos surge en el colegio es formar muy bien a nuestros compañeros para que saquen provecho de ese programa de la Unión Europea, que sepan qué deben aconsejar a sus clientes para hacer que los edificios sean eficientes energéticamente con el menor gasto y con las menores obras posibles. Además, parte de esos fondos serán para subvencionar cursos de formación. 

¿Su oficio está muy enfocado ahora hacia los certificados de eficiencia energética? 
Afortunadamente es una profesión que tiene muchas salidas, laboratorios; obras, que es lo más importante; enseñanza; administración... La pandemia hundió a todo el mundo, pero en general los colegiados tienen trabajo. 

¿Les ha pasado mucha factura las consecuencias de la emergencia sanitaria? 
Sí, de hecho dejamos sin cobrar la cuota colegial varias veces para ayudarles un poco. Al no haber obras no se podía hacer nada. Los laboratorios también dependen de las obras, las valoraciones de pisos se pararon... La pandemia afectó mucho a todo el sector. 

¿Sufrieron muchas bajas? 
No se dieron muchos colegiados de baja. Sí les ha afectado, pero no hasta el punto de cerrar. 

La rehabilitación está tirando ahora del sector de la construcción, que es su principal nicho de negocio. 
Ha mejorado muchísimo y creemos que va a ser un boom con los Next Generation porque va a haber muchas ayudas. Se están haciendo muchísimas rehabilitaciones. 

Hay intrusismo. Una de las medidas que está tomando el Colegio es defenderse en los tribunales

¿Ve un horizonte esperanzador para los arquitectos técnicos? 
La construcción y la rehabilitación no se van a parar nunca. Yo creo que la profesión tiene futuro, porque siempre va a haber necesidad de nuestros servicios. Lo que pasa es que cada vez es más importante formarse bien. Nosotros somos muy genéricos, podemos hacer muchas cosas, pero cada vez más los profesionales se especializan. 

También se está recuperando la obra nueva. 
Está empezando a hacerse. Antes no se veía una grúa en todo Lugo y ahora se ven, pero es mucho más fuerte la rehabilitación. 

¿Existe mucha injerencia en su profesión? 
Sí hay intrusismo. Yo no voy a acusar a ningún colectivo. Una de las medidas que está tomando el colegio es defenderse en los tribunales y vamos ganando sentencias. Hay mucha gente de una profesión y no hay trabajo para tanta gente, así que todo el mundo intenta pillar donde puede. 

¿Y qué solución cabe? 
Aquí lo que puso todo en su sitio fue la Ley de Ordenación de la Edificación. Por ejemplo, en el informe de evaluación del edificio, que es obligatorio en Galicia, hay dos técnicos que lo pueden hacer y nadie más, sin embargo lo hacen más técnicos. Lo único que se puede hacer es acudir a los tribunales, no hay otra solución. O que los organismos no den el visto bueno a los otros técnicos. 

¿Es una de sus preocupaciones? 
Sí, el colegio y el Consejo General están interviniendo en este asunto porque es un problema a nivel de toda España. La gente se busca la vida como puede, pero una de las misiones del colegio es defender a los colegiados y a su profesión. 

Se está apostando por la construcción en madera, ¿están formados para ese nuevo reto? 
Ahora está de moda todo lo sostenible porque consume poca energía, se puede demoler con poca energía y consume poca energía durante su funcionamiento. Debemos formarnos más de lo que salimos de la escuela formados. Se imparte mucho de construcción en madera, pero a la hora de la verdad hay que formarse más.

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