"La familia de Tatiana está destrozada, algo así no se supera en toda la vida, y lo único que espera es que se haga Justicia". Quien habla es José Jorge Vázquez, abogado y portavoz de la familia, que ejerce la acusación particular en el caso.
Lucense, aunque afincado profesionalmente en A Coruña, es también una persona cercana a la familia de la joven asesinada y ha mostrado desde el principio una implicación absoluta, incluso más allá de lo meramente profesional. Por ello, no duda: "Estamos, tanto la familia como yo, absolutamente convencidos de que Ibrahima Ndiaye es el asesino de Tatiana, no tenemos ninguna duda y tenemos total confianza en que será declarado culpable". Va incluso más allá: "Tengo la convicción personal y profesional, firme y absoluta, de que es el culpable. Y de que es un elemento muy peligroso, un hombre que si alguna vez sale a la calle podría volver a hacer lo mismo".
El abogado está seguro de que Ibrahima también amenazaba a Tatiana con hacer daño a algún miembro de su familia
De hecho, demostrar este supuesto carácter violento, controlador y machista del sospechoso ha sido una de sus principales preocupaciones durante la instrucción, y cree que lo ha conseguido de sobra. Es más, la familia está convencida de que el estado permanente de miedo en el que Tatiana parecía vivir se debía no solo a la violencia que supuestamente su pareja ejercía sobre ella, sino a las amenazas de Ibrahima de hacer daño a alguien de familia.
No obstante, José Jorge Vázquez evita entrar en profundidad en las líneas que seguirá durante el juicio, pero adelanta que "en la sala plantearemos elementos que van a sorprender a algunos".
Para ello, tendrá que superar dos hándicaps. El primero, la ausencia de pruebas físicas con restos de ADN o el arma del crimen. Al respecto, opina que "la investigación fue correcta. Se ha hecho lo que se ha podido por las circunstancias. Fue en un fin de semana y tuvo día y medio para esconder el arma y deshacerse de pruebas, el solo o quizás ayudado por terceros. Pero en ese momento era muy difícil localizarlo y a lo mejor ya tenían experiencia en asuntos como este. Aún así, estoy convencido de que hay pruebas más que suficientes".
El segundo hándicap tiene que ver con que será un juicio con jurado, lo que, en opinión del abogado, les puede perjudicar: "Pueden dejarse influenciar por opiniones y hay que llevarlos a la convicción. Si fuera un tribunal profesional, seguro que habría una condena, son jueces con experiencia que saben detectar la mentira y las estratagemas de quien miente". Pese a todo, está seguro de que Ibrahima será condenado.
