Jesús Lence quería apostar por la leche ecológica frente a las marcas blancas

El finado empresario defendía que los ganaderos recuperasen la producción tradicional en lugar de usar piensos y buscaba darle un valor añadido al producto

Jesús Lence, en su despacho. ARCHIVO
photo_camera Jesús Lence, en su despacho. ARCHIVO

El finado empresario lucense Jesús Lence tenía en mente desde hace años apostar por la producción de leche ecológica para darle un valor añadido al producto y poder mejorar los precios que pagaba a los ganaderos. Esa inquietud la había mostrado incluso públicamente a raíz de las tractoradas convocadas para exigir el pago de precios más altos por parte de las industrias. Lence respondía que eran las distribuidoras la que los marcaban y frente ello apostaba por una vuelta a la producción tradicional, a base de alimentar a las vacas con forraje en lugar del uso de piensos, para ayudarles a reducir costes y ser más profesionales. 

La presión ejercida por las empresas de distribución al introducir marcas blancas y usar la leche como reclamo para atraer clientes a sus establecimientos llevó en su día al dueño de Leche Río a incrementar el envasado de estas marcas en detrimento de las propias. Sin embargo, en los últimos años el grupo lácteo lucense volvió a apostar por sus enseñas, Leyma, Cremosita y Río, potenciando la leche procedente de explotaciones ganaderas sostenibles. 

Juan Pérez Sánchez-Orozco, de la Asociación Agraria Galega, explica que Lence le había trasladado su interés por apostar por la denominada leche ecológica o de pastoreo y que estaba tratando de convencer a los productores que abastecen sus granjas para que las adaptasen y pudiesen con ello certificar su leche y, de este modo, conseguir un precio más elevado. 

Otras empresas asentadas en Galicia como Peñasanta o Celta llevan tiempo comercializando la leche de pastoreo y Jesús Lence no quería que le ganasen esa partida en su propia casa, según Pérez. 

Los sindicatos agrarios esperan que el grupo mantenga el carácter gallego


Mientras, Isabel Vilalba, del SLG, también cree que este modelo de producción puede ser más beneficioso para los ganaderos, aunque también admite que es la distribución la que ha marcado los precios en los últimos años. Añade que desde hace tiempo se veía que Leche Río apostaba más por revalorizar el producto que por satisfacer a la distribución, algo que confía que mantenga la nueva dirección del grupo lácteo lucense. 

PROYECTO PERSONAL. Además, Isabel Vilalba asegura que la desaparición de Jesús Lence es una mala noticia para el sector, debido a que dirigía un grupo radicado en Galicia que define como "un proxecto absolutamente persoal", en el que tomaba decisiones sin los condicionantes que tienen los consejos de administración de las multinacionales. 

Otros representantes de sindicatos agrarios también destacan que las relaciones con Jesús Lence se habían normalizado después de años en los que hubo tensión por los precios de la leche y por el bloqueo que habían llegado a sufrir sus fábricas en las protestas de los ganaderos. "Sempre pagou regularmente e os prezos que aboaba mantíñanse na media, malia que ás veces facía subas para tentar romper o mercado", recuerda un veterano sindicalista agrario. 

Las organizadores de productores esperan en todo caso que la nueva dirección apueste por mantener la identidad gallega de Leche Río en el mercado, ya que pese a la presencia de grandes empresas foráneas, sigue siendo el primer grupo lácteo gallego, con una recogida anual de unos 800.000 litros.

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