Nuevo delegado de la Xunta en Lugo

Javier Arias: "La sanidad se llevará los recursos, los otros proyectos seguiremos ejecutándolos cuando haya dinero"

Hijo del candidato a alcalde por el PP en 1999, Ramón Arias, ha mamado la política y la gestión de la administración desde la cuna. Hasta ahora en la trinchera, Javier Arias avanza hasta la primera línea de fuego con la idea de marcar con sello propio la Delegación de la Xunta
Javier Arias Fouz. ADRA PALLÓN
photo_camera Javier Arias Fouz. ADRA PALLÓN

LA DECISIÓN de Alberto Núñez Feijóo de renovar todas las caras en las delegaciones de la Xunta significó en Lugo la salida de uno de los hombres fuertes del PP provincial, José Manuel Balseiro. Este, con un estilo muy personalista, había desarrollado una agenda propia hasta convertirse en muchos momentos en la auténtica oposición popular ante la Diputación o el Concello de la capital.

De ese equipo sale la que podría ser la nueva figura en ascenso del partido, que en principio está llamado a dar un giro significativo a su puesto. Javier Arias está dispuesto a imprimir un sello más técnico a su cargo, si bien no rehuye la batalla política. Y todo apunta a que la habrá, y dura, porque le toca gestionar tiempos de vacas flacas en los que muchos de los proyectos de la Xunta, avisa, van a quedar aplazados.

‘E ti de quen vés sendo’?
Soy un funcionario que estaba haciendo mi trabajo en la jefatura de Infraestruturas e Mobilidade de la Xunta en Lugo, en una segunda línea, y se le presentó la oportunidad. Como puede verse en los cinco delegados, yo creo que el presidente quiso dar un cambio a esas delegaciones, me abrieron la posibilidad y yo a los retos cuando se presentan les digo que sí. Estas oportunidades hay que aceptarlas, y más en la edad que estoy. Mi familia y mis hijos pequeños seguramente me dirían que no, pero yo sí los acepto.

Y su familia ‘política’ qué opina, porque hasta ahora no tenía usted mucha visibilidad, su puesto era más técnico que político. ¿Ese va a ser también el perfil como delegado, después de una etapa de Balseiro con un perfil muy político?
Sí, su perfil era más político. No sé en qué pensó el presidente a la hora de elegir los delegados, pero obviamente cuando tú estás en un puesto, el puesto te reclama ciertas cosas que tienes que dar. Yo puedo tener la parte más técnica, pero tengo que asumir también la parte política y hacer por ejemplo esta entrevista, que es la primera que doy en mi vida. Tengo que acostumbrarme y dar la talla como la dio mi antecesor, del que he aprendido mucho porque he formado parte de su equipo casi cuatro años. Las cosas buenas se van copiando, como su capacidad de trabajo y saber enfocar los temas con esa visión política. También los funcionarios que tenía alrededor intentábamos aportar esa visión técnica que la complementaba, pero muchas veces la cuestión técnica y la política distan mucho de ir en la misma línea. La ventaja que tengo para este puesto es que ya llevaba tiempo trabajando en la Xunta, conozco a los funcionarios, los servicios, los mecanismos... Eso me da ventaja ahora, porque levanto el teléfono y sé a quién llamar y normalmente le llamo por su nombre de pila. Y también a nivel de Santiago, que es como otro mundo superior que hay que llevar de la mano.

Vengo de un puesto técnico y no tengo ahora la vis política de Balseiro, no voy a entrar como un elefante en una cacharrería

¿Deja trabajar Santiago, la del delegado es una voz que se escucha y se tiene en cuenta?
Deja trabajar. Somos el nexo de unión entre la provincia y Santiago. Son los conselleiros y el presidente los que marcan la política y ejecutan, pero nosotros proponemos y ayudamos en la coordinación y en la implementación de los proyectos. Me siento escuchado y mi opinión es tenida en cuenta.

Parte con la ventaja del conocimiento de la administración pero también de la provincia, porque desde la jefatura de Infraestruturas e Mobilidade el contacto tuvo que ser constante.
Correcto. Por ejemplo, tuvimos que implementar el plan de transportes, que me hizo pisar mucha carretera y estar al día de los horarios, rutas alternativas, tiempos... Eso no se conoce desde el despacho, sino bajando al territorio y hablando con la gente de cada uno de los sitios.

También tendrá, por tanto, conocimiento de las carencias. En este momento de recursos limitados, ¿cuáles cree que deben ser los proyectos prioritarios de la Xunta en Lugo que están pendientes?
Lo que hay que priorizar ahora es la crisis sanitaria de la pandemia, intentar que no nos desborde como ha pasado en otras partes de España, que los ciudadanos estén tranquilos. En cuanto a infraestructuras, tenemos el corredor Nadela-Sarria, que comenzará a ejecutarse la semana que viene probablemente, que creemos que es una primera fase antes de la de Sarria-Monforte. También es un proyecto importante el del barrio de A Residencia. La reforma de los colegios que se están ejecutando. Y el auditorio que ya ha sido entregado al Concello y, sin querer polemizar y ya solo como lucense, espero que se abra lo antes posible. También el tema de la intermodal, que estamos negociando a tres bandas, sería un punto importante para la ciudad, además de recuperar las frecuencias y traer la alta velocidad a Lugo, aunque eso no es de nuestra competencia. Y yo durante una época tuve funciones en el IGVS, antes de pasar a Medio Ambiente, y me gustaba mucho el trabajo que se ha hecho y que sigue haciéndose en A Tinería.

Mi ventaja es que conozco a los funcionarios, servicios y mecanismos de la Xunta

En ese barrio quedan proyectos importantes, como la rehabilitación del Pazo de Doña Urraca o la torre. ¿Hay un horizonte próximo?
Sí, esperamos que en esta legislatura se complete. La Xunta es la que más ha hecho en el barrio, y como lucense que paseo y ceno por allí es un barrio precioso que estaba un poco marginado.

Pero hablamos de priorizar.
Volvemos al principio, la sanidad es lo que hay que priorizar, es la que se va a llevar los recursos... y los proyectos que teníamos en cartera seguiremos ejecutándolos cuando haya dinero.

Del cuartel de San Fernando, entonces, mejor ni hablar, después de que su antecesor se implicara personalmente defendiendo la creación de un parador en contra incluso de la opinión pública.
Es que yo creo que la ciudadanía no está ahora para ver si ponemos otro museo o un parador, está para que arreglemos otros problemas. Y, sobre todo, para que tampoco peleemos entre las administraciones. Creo que tenemos que ir todos de la mano para vencer el desafío en el que estamos y ya tendremos tiempo de ver qué se hace en San Fernando. Hay muchas opciones, el cuartel es del Concello y nosotros ayudaremos en lo que podamos, para hacer un museo o lo que sea. El otro día hasta leí por ahí que la comisaría de la Policía podría ir en San Fernando. Hay mil cuestiones que se pueden hablar, pero no es el momento para ese tema.

La ciudadanía no está ahora para ver si ponemos otro museo o un parador, está para que arreglemos otros problemas

¿Es el momento del puerto seco de Monforte o del corredor de A Mariña a Ferrol?
Puede ser. Son proyectos en los que el Estado también tiene que poner de su parte, no solo la Xunta, y que hay que coordinar y ver la financiación que realmente tenemos para cada uno de ellos. Pero primero hay que tener resuelto el tema de la sanidad.

Habla usted de no polemizar y de colaboración entre instituciones. ¿Será ese un giro también en su etapa como delegado, después de otra en la que la Delegación se convirtió en un ariete político?
Yo creo que muchas veces otros hacen política desde el Estado, la Diputación o el Ayuntamiento con cosas que tampoco se pueden dejar pasar, porque no son ciertas. Hay que defender la inversión que hace la Xunta en la provincia, y José Manuel Balseiro iba un poco por ahí, poniendo en valor esas inversiones, algo que yo voy a seguir haciendo. Pero no con el ánimo de polemizar, sino por el hecho de que no digan que no haces cosas que se están haciendo. Eso se puede hacer de muchas formas, y también la colaboración. En época de Balseiro también coordinaban y había colaboración en muchos temas que a lo mejor no salían tanto a la opinión pública. Pero si llega ese nivel de crispación diciendo que la Xunta no ha hecho cosas que sí hemos hecho, tendremos que responder igualmente.

No hablamos solo de responder o no, sino de provocar algunas situaciones.
Cada uno tiene su estilo. Yo no tengo por ahora la vis política de Balseiro, porque vengo de puestos sin esa exigencia, y no voy a entrar como un elefante en una cacharrería, tengo que ir paso a paso. Cuando me pisen un pie tendré que responder, pero tampoco quiero pisar los pies de los demás. Quiero mantener una línea de cordialidad, los ciudadanos hoy en día no están para aguantar que los políticos discutan, a no ser que a uno le hagan discutir.

El corredor Nadela- Sarria comenzará a ejecutarse probablemente la semana que viene

Pues tendrá que empezar a potenciar su lado más político si quiere aspirar a la alcaldía de Lugo, como apuntan algunos rumores.
(Se ríe) No, no, no. No sé la intención del presidente al nombrarme, pero a mí no me dijo nada de eso. Primero, hay que tener un respeto al partido y al grupo del PP en el Concello, que lo están haciendo muy bien y no me meto en casa ajena. Hay muchos candidatos, el mismo Ramón Carballo si quiere seguir. La verdad es que yo no he hablado con nadie de este tema, ni se me pasa por la cabeza. Acabo de empezar en esto, y la Xunta la conozco, pero el Concello no. Quiero hacer mi labor respetando la de los demás y ayudando lo mejor posible.

Bueno, presentarse a la alcaldía sería casi una tradición familiar.
Mi padre estuvo en el 95 con Joaquín García Díez y se presentó como candidato en el 99, y desde ese día aquí seguimos.

En realidad, usted ha mamado tanto la política como el trabajo en las administraciones.
Sí, totalmente. Siempre me interesó desde pequeño la política, me gustaba y estaba pendiente de todas las conversaciones. Eso me dio la posibilidad de conocer a mucha gente. Ahora algunas de esas personas son alcaldes y yo los conozco desde hace muchos años. Esa perspectiva que da saber cómo han sido la cosas también es importante.
 

PARTIDO | "Yo trabajé en el equipo de Balseiro perfectamente; en el PP de Lugo no hay familias"

¿Han cambiado también los equilibrios de fuerzas en el PP lucense con la salida de escena de Balseiro, muy ligado al senador José Manuel Barreiro?
Yo entré en el equipo de Balseiro, no sé qué familias son, y trabajé con él perfectamente. Creo que el PP no hay familias, es una gran familia en la que caben todos, con una estructura muy grande y en el que cada uno puede opinar lo que quiera sin ningún tipo de cortapisa. Eso hace que el debate sea mejor y que se den los resultados que se han dado.

¿Con qué PP se identifica, o es usted más de "Feijóo, Feijóo, Feijóo" que de "PP, PP, PP"?
Me sitúo en el PP, en el que todos tenemos que estar unidos. Y Feijóo es el mejor líder que puede tener cualquier partido, ya solo los resultados electorales lo avalan legislatura tras legislatura. Eso solo lo puede hacer un candidato excepcional como él.

Nueve de cada diez películas que veo en el cine son infantiles, porque mis hijos no me dejan otra opción

Una lástima que el partido no tenga candidatos así en otros lugares, ¿no?
Como el presidente hay pocos, eso desde luego, y creo que nos va a costar otro igual. Pero tenemos alcaldes y candidatos magníficos en la provincia, otra cosa es que Feijóo aglutina el voto de toda Galicia y eso lo tiene poca gente.

¿Pueden esperar los alcaldes y los ciudadanos, sean del partido que sean, el mismo nivel de accesibilidad por su parte que con su antecesor?
Totalmente. En la jefatura tenía un contacto directo con todos los alcaldes y cuando levantaba el teléfono me daba igual de qué partido fueran, la cuestión era solucionar el problema que teníamos. La mayor parte de los problemas que se resuelven día a día en la Delegación son de gestión ordinaria y quiero que cuando un vecino entre en la Xunta con un problema se lo podamos resolver, aunque no salga en los periódicos.
 

En clave personal | "Soy del Barcelona y aunque es mala época, aguantaré"
Javier Arias tiene 43 años y es licenciado en Derecho. Inició su carrera como funcionario de la Diputación, donde fue asesor jurídico medioambiental en Suplusa, la sociedad urbanística en la que también trabajaba su padre. De allí pasó, en 2017, a la jefatura de Infraestruturas de la Xunta. Casado con una fiscal, tiene dos hijos, de seis y cuatro años.
¿Cuáles son sus aficiones?
Me gustan el cine, las series y la música.
¿Cuáles son algunas de sus series favoritas?
Tengo muchas. Acabo de empezar a ver la cuarta temporada de Fargo. Me gustan True Detective, Breaking Bad, Black Mirror, Mindhunter... Y en cuanto a películas, la última que he podido ver en el cine, porque mis hijos no me dejan, fue en verano, Tenet. Pero nueve de cada diez que veo son infantiles.
Todas de género thriller y acción. ¿También es así para la lectura?
Sí, también me gusta la lectura y la novela negra. Arturo Pérez Reverte siempre me ha gustado mucho y ahora estoy con A propósito de nada, de Woody Allen. El otro día me regalaron Os fillos do mar, de Pedro Feijoo, y estoy a punto de empezarla.
¿Cómo es su relación con la tecnología?
Me llevo bien con la tecnología. Me gusta sobre todo que las cosas funcionen, y por las experiencias que he tenido siempre acabo en Apple, que no me ha fallado nunca. Y eso también te lleva un poco a tener todo Apple. Pero ahora, en mi puesto, las llamadas y mails son continuos, así que tener una batería que no se agote es un punto a favor de cualquier aparato.
¿Qué hace en su tiempo libre?
Ahora mismo todo el tiempo libre me lo exige mi familia.
¿Practica algún deporte?
Me gusta correr y me encanta el baloncesto, que practicaba. Fui socio del Breogán y el otro día agradecí mucho que la directiva me invitara al partido contra el Valladolid.
¿Baloncesto o fútbol?
Más baloncesto, pero en el fútbol soy uno más. Me encanta y cuando puedo voy al campo. Soy del Lugo y del Barcelona. No es buena época para ser del Barcelona, pero ya lo sufrí en mi época en Madrid, así que ahora aguantaré.

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