Iván Pardo Pena, el lucense de 33 años que la pasada semana acababa con la vida de su sobrina Naiara en Sabiñánigo, no se derrumbó ante el juez ni ante la Policía en las dos ocasiones en las que relató cómo torturó hasta la muerte a la pequeña, de tan sólo ocho años de edad, a lo largo de toda una mañana.
Así lo recoge en su edición digital el Heraldo, que destaca que lo único que no ha explicado este profesional de la seguridad privada son los motivos que lo llevaron a cometer tan sádicas acciones, que habría descrito con total frialdad . Es el gran interrogante que queda por despejar en este terrible crimen toda vez que se ha descartado que padezca algún tipo de patología mental, dado que había superado recientemente diversos tests psicotécnicos a los que se somete regularmente por cuestiones laborales.
El diario aragonés señala que además de las marcas de ataduras recientes que tenía el cuerpo de la pequeña, los médicos encontraron costras anteriores que podría señalar que en el pasado había sido obligada a permanecer mucho tiempo agachada con las piernas dobladas en el suelo. Además, no consta que Naiara hubiera sido tratada por ningún médico de una rotura de tibia anterior, lo que vendría a constatar que la niña vivió en una auténtica pesadilla los últimos años, siendo sometida a diversas agresiones.
"QUE LO PAGUE CON EL PESO DE LA LEY". Autoridades y vecinos de Huesca han condenado "enérgicamente" este lunes el asesinato de Naiara.
Los oscenses han guardado un minuto de silencio ante las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Huesca. La subdelegada, María Teresa Lacruz, ha manifestado su dolor y solidaridad por este suceso, indicando que con este acto "hemos querido condenar el brutal asesinato de una niña y trasladar nuestra solidaridad y nuestro pésame a la familia, sus amigos y compañeros de clase y a Sabiñánigo en general".
Huesca ha expresado su dolor y su deseo de que la justicia recaiga con todo su peso sobre el responsable de estos hechos. En estos términos se ha expresado Lacruz al afirmar que "es un caso que está bajo secreto de sumario, con lo cual ni puedo ni debo decir nada, pero espero y deseo que el peso más absoluto de la ley recaiga en el responsable y sólo puedo confirmar que desde el sábado por la noche está en prisión provisional sin fianza en Zuera".
La subdelegada ha sido tajante al sentenciar que en este caso no ha fallado otra cosa, ni otro mecanismo más que la persona que ha asesinado brutalmente a la niña. "Ha sido algo que nos ha cogido por sorpresa" y ha deseado que el presunto culpable "esté largo tiempo donde tiene que estar y que sirva para evitar que vuelva a suceder con otras personas".
Ahora "solo podemos lamentarnos de lo que ha pasado e intentar que la persona que lo ha hecho lo pague con el más absoluto peso de la ley para evitar que vuelva a causar daño a otras personas inocentes", ha aseverado Lacruz.
