Ir al tren y acabar en un autobús

Viajeros lucenses volvieron a sufrir este lunes el problema de la falta de maquinistas en la línea de Lugo y se quejan del abandono en un momento en el que el ferrocarril es la solución a la crisis climática
 
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photo_camera Los viajeros afectados por la suspensión de un tren, llegando en bus a la estación de Lugo. ADRA PALLÓN

La falta de maquinistas volvió a provocar este lunes que lucenses que habían comprado un billete para viajar en tren acabaran haciendo el recorrido en autobús. El problema se repite cada vez con más frecuencia y, según denuncian los propios maquinistas, los paganos de la situación son los viajeros de las líneas de la Galicia interior, los que viajan de Ourense a Lugo y de Ourense a Santiago por O Carballiño, sobre todo.

El problema se dio este lunes con un tren que debía viajar de Ourense a Lugo. Los viajeros, unos 30, no solo tuvieron que hacer el trayecto en bus, es que además llegaron con más de una hora de retraso. Lo denunciaba Adela Figueroa, presidenta de Adega, que calificaba de sangrante el abandono de las líneas gallegas del ferrocarril.

"Está moi ben que nos comuniquemos con Madrid, pero é un esperpento gastar dous horas e media en viaxar de Ourense a Lugo ou que chegar á Coruña sexa imposible", se lamentaba.

Decía que en plena crisis climática, cuando el medio de transporte más viable desde el punto de vista ecológico es el tren, los gallegos sufran el abandono de las líneas.

A la llegada del bus a la estación de Lugo, los viajeros se aprestaron a presentar reclamaciones por la situación vivida

El tren es el medio más seguro, barato y ecológico, decía la activista ambiental y escritora, que opinaba que "a Lugo lle vai a vida" en la consecución de un tren digno y defendió que la solución es que la Xunta reclame las competencias en materia de tren para poder asegurar las líneas interiores que comunican la comunidad.

A la llegada del bus a la estación de Lugo, los viajeros se aprestaron a presentar reclamaciones por la situación vivida. En el caso de Figueroa, recordaba que no es su primera mala experiencia con el tren. Hace un tiempo, por ejemplo, un convoy que debía dejarla en Lugo a medianoche y que procedía de A Coruña acabó llegando a las tres de la madrugada. Pero, pese a las malas experiencias, cree que Lugo no puede renunciar al tren y que es hora de batallar.

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