Investigado un administrador judicial sospechoso de desfalcar 460.000 euros

La Fiscalía cree que pudo haber administración desleal en el concurso de acreedores de un matadero de Monforte
El matadero. EP
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Un conocido asesor fiscal y auditor de cuentas de Lugo está siendo investigado como sospechoso de administración desleal en un concurso de acreedores en el que fue nombrado administrador concursal por el juzgado. El posible desfalco, aún por cuantificar con exactitud, superaría los 460.000 euros.

La desaparición del dinero se produjo en el concurso del Matadero Frigorífico de Lemos (Mafrilemos), que fue declarado en quiebra en 2011 porque arrastraba una deuda de varios millones de euros, buena parte de ellos por deudas incobradas. El caso lo llevó el único juzgado de lo Mercantil de Lugo, que nombró a este asesor fiscal como administrador concursal, es decir, como máximo responsable de tratar de salvar la empresa o, en su caso, de llevarla a disolución. Este economista era uno de los que figuraban en las listas judiciales como peritos, por lo que no era la primera ni la única quiebra empresarial que se le asignaba.

El concurso de acreedores de Mafrilemos se prolongó durante años, tiempo en el que se intentaron varios acuerdos entre acredores y planes de viabilidad que finalmente no fueron posibles. Siempre con el ahora sospechoso al frente de las cuentas, el juzgado ordenó liquidar la empresa en enero de 2016. Dos años después, el matadero salió a pública subasta por 400.000 euros; durante la puja, llegó a 1,2 millones, que fue lo que pagó su actual propietario, un empresario de Rábade. Desde entonces, la firma sigue funcionando con normalidad en sus nuevas manos.

Esos 1,2 millones deberían haber servido para pagar a los acreedores, según su relevancia. La indemnización a los empleados ya había sido asumida por el Fogasa, pero quedaban muchas deudas por abonar, desde las bancarias a la Seguridad Social y a Hacienda. Los acreedores esperaron meses a que el administrador concursal, el único autorizado para manejar las cuentas, les pagara lo que les correspondía, pero eso nunca se produjo. Tras las reiteradas consultas al respecto al juzgado Mercantil, este decidió tomar cartas en el asunto.

Tras constatar la gravedad de la situación, el juzgado revocó el nombramiento de este economista y nombró a otro en sustitución. El informe inicial presentado por este fue lo suficientemente relevante como para que fuera enviado a la Fiscalía de Lugo. En principio, el desfase de movimientos de capital sin justificar podría estar en los 460.000 euros.

El ministerio público realizó diversas averiguaciones, sobre todo acopio de documentación respecto del concurso, hasta que comprobó que había suficientes indicios como para que la investigación continuara bajo supervisión judicial. Esta misma semana la Fiscalía envío el asunto a los juzgados para que fuera turnado a uno de los tres de instrucción de la capital.

Esto implica que el asesor todavía no ha sido declarado en situación de investigado (antigua figura del imputado), pero las fuentes consultadas dan por seguro que lo será en breve. Los posibles delitos a los que se puede enfrentar, siempre pendientes de lo que vaya surgiendo durante la instrucción, son los de administración desleal, apropiación indebida y falsedad documental.

SITUACIÓN CONFUSA. Según pudo saber este diario, el juzgado también decidió retirarle del resto de concursos de acreedores en los que estaba designado, una media docena. El Progreso trató de ponerse este miércoles en contacto con este asesor, sin éxito.

Quien sí habló fue el nuevo administrador designado para el concurso de Mafrilemos, José Antonio Montero. Este confirmó la situación, si bien declinó profundizar dado que el caso se encuentra bajo investigación judicial. No obstante, indicó que nadie, ni siquiera él, puede dar con exactitud una cifra del posible desfalco, ya que se trata de un concurso que lleva muchos años y muy complejo, por lo que todavía quedan muchas cosas que analizar.

Además, Montero explicó que lo primero que ha tenido que hacer es volver a ponerse en contacto con todos los acreedores para que vuelvan a enviar sus informes y comuniquen sus créditos, y a partir de ahí se podrá determinar la situación real. "Lo normal es que cuando alguien se retira de un concurso presente un informe de rendición de cuentas", dijo el nuevo administrador, "pero aquí no se ha presentado nada. Simplemente, ese señor ha desaparecido".

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