La Audiencia Provincial de Lugo celebró este miércoles un juicio contra un hombre, Carlos B.C., acusado de estafar a un lucense con la falsa venta de collares para perros. El acusado no acudió a la sede judicial y, tan solo una hora antes de comenzar la vista, la sala recibió un comunicado de un letrado de Santander explicando que el procesado renunciaba a su abogado de Lugo, por lo que solicitaba la suspensión del juicio para poder preparar adecuadamente su defensa. El tribunal no accedió a sus peticiones y ordenó celebrar el juicio en ausencia del acusado y con su letrado inicial.
La víctima explicó que el acusado le mandó fotos de los artículos y no desconfió, así que le realizó una transferencia de 700 euros a su número de cuenta
El ministerio fiscal —que solicita para el hombre dos años de cárcel— considera probado que en enero o febrero de 2021, el acusado, "por sí mismo o puesto de común acuerdo con personas no identificadas", publicó en la web Milanuncios.com un anuncio en el que ofertaba la venta de una máquina localizadora de perros y cuatro collares, por un precio de 700 euros. La víctima vio el anuncio y se puso en contacto con el supuesto vendedor a través a whatsapp. "Hablamos varias veces y me envió fotos de los artículos. Me pareció que el precio era razonable y decidí comprarlos, así que me envió su número de cuenta y su DNI para que le realizara una transferencia. En ningún momento me hizo desconfiar", explicó el afectado.
El comprador realizó la transferencia por importe de 700 euros, pero no recibió los artículos ni volvió a saber nada del vendedor. "Dejó de contestarme los mensajes de whatsapp y siempre tenía el móvil fuera de cobertura. Además, borró el anuncio de la web en cuestión de horas", comentó.
El fiscal explica que el acusado retiró en efectivo los 700 euros tras el ingreso, "por lo que hay pruebas directas suficientes para concluir que fue el autor de la estafa", dijo. El ministerio público pide que, de no ser condenado por estafa, se le imponga una pena de dos años de prisión por un delito de blanqueo de capitales. "Si no fue el estafador, al menos facilitó su número de cuenta y actuó como lo que se denomina mula". La defensa, por su parte, pidió la libre absolución al considerar que no hay pruebas. Tal y como explicó, el acusado declaró en la fase de instrucción que un tercero había utilizado sus datos.