El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha resuelto el concurso de ascensos y traslados para nuevos magistrados, del que estaban pendientes dos juzgados de Lugo para conocer las asignaciones. Así, Sergio Orduña Alonso ha sido nombrado como titular del juzgado de instrucción 3, mientras que Marcos Amboage López dirigirá el Contencioso-administrativo 2.
Estos dos juzgados quedaron vacantes hace unos meses, cuando sus anteriores titulares solicitaron el traslado. Instrucción 3 estaba ocupado por la polémica Estela San José, que inició investigaciones tan relevantes como la operación Campeón, la operación Pollo, el caso de Castro de Rei o la retirada de multas de Tráfico. Varias de estas operaciones y otras investigaciones más quedaron pendientes de finalizar, como la operación Bebé, que ahora deberá retomar Sergio Orduña.
El recién ascendido a magistrado llevaba desde 2013 al frente del juzgado de primera instancia e instrucción 1 de Cangas de Morrazo, por lo que la instrucción no le es ajena. Entre sus funciones, deberá asumir también los casos de violencia de género, ya que su sala es la que tiene la competencia sobre estos asuntos en Lugo.
Quien sí tenía gran experiencia en temas de violencia contra la mujer es Marcos Amboage López, ya que hasta su ascenso a magistrado y su asignación al contencioso 2 de Lugo dirigía el juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de Tui, que también tenía asignadas las competencias contra estos delitos.
No obstante, ahora cambiará totalmente de ámbito, ya que se incorpora al Contencioso, donde se ventilan las discrepancias judiciales en la administración y los ciudadanos. Cuenta con la ventaja, eso sí, de que llega a un juzgado que su anterior titular, Luis Villares, dejó prácticamente al día antes de trasladarse al TSXG.
Marcos Amboage saltó poco a las primeras planas de los periódicos ya que desarrolló la instrucción que desmanteló el controvertido grupo de la Orden y Mandato de San Miguel, una especie de secta católica dirigida por Miguel Rosendo, conocida como los miguelianos, en la que se supuestamente se detectaron episodios de malos tratos, sexo, poder, blanqueo de dinero y hasta brujería.
El nombre de Sergio Orduña, por su parte, figura como firmante en el Manifiesto en defensa de la independencia judicial, en el que un millar de jueces denuncian el riesgo que suponen los recortes aplicados a la Justicia y las reformas legales impuestas por el Gobierno.
