Instalada la primera de las once plataformas de accesibilidad al bus

Se colocarán a lo largo de la senda verde ciclista para las personas con movilidad reducida
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photo_camera La alcaldesa y los concejales visitando la nueva plataforma. EP

La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, supervisó, junto a los concejales Miguel Fernández y Mauricio Repetto, la primera plataforma de accesibilidad del autobús urbano que se instala en Lugo, que facilitará el uso de este transporte público a las personas con problemas de movilidad, "o que sen dúbida é un gran avance para elas", reivindicó.

Esta estructura, ubicada frente al Mercadona de la Ronda do Carme, será la primera de las once que se instalarán en las paradas de bus que se encuentran en la senda verde ciclista que está ejecutándose en la ciudad para interconectar ocho barrios entre sí y con el entorno del río Miño. Se situarán siete en la Ronda do Carme, una en la Fonte dos Ranchos, otra en la calle Orquídea y dos en el Camiño Real.

Lara Méndez explicó que estas plataformas "ademais de facilitar o embarque aos pasaxeiros, se converten nun espazo sobre o carril bici que actúa como ponte entre a beirarrúa e a zona de espera do autobús, polo que o usuario gaña en seguridade ao ter preferencia sobre o ciclista". Asimismo, Méndez avanzó que de los once armazones, nueve se mostrarán como un damero ajedrezado para alertar al ciclista de que el peón tiene preferencia. Las otras dos plataformas, concretamente las del Camiño Real, son negras y no ajedrezadas porque no pasan por encima del carril bici sino que se sitúan en una zona de coexistencia y calmado de tráfico.

Además de estas estructuras, se irán instalando aparcabicis y marquesinas aparcabicis, además de bancos inteligentes.

La nueva senda verde ciclista de Lugo tendrá una longitud de 14 kilómetros y con él se busca transformar la movilidad de los ochos barrios que recorrerá: Paseo do Miño, Parque Rosalía, Ronda do Carme, Fonte dos Ranchos, Lamas de Prado, Abella, A Residencia y Camiño Real.

En su diseño, según defiende el Concello, primó la comodidad; la cohesión interna y también con otras redes como la del transporte urbano; la rectitud, tanto en distancia como en tiempo (buscando el trayecto más corto) y el atractivo de la ruta. Pero especialmente primó la seguridad, del ciclista y también de los peones, combinando carriles segregados de tráfico en las calles con mayor ancho, con viarios de coexistencia, donde la velocidad de los vehículos se reducirá a 20 kilómetros por hora.

El objetivo "é que a veciñanza poida utilizar o bicicleta non só como deporte senón como modo de transporte habitual, deixando o coche na casa, o que nos permitirá reducir a contaminación e o ruído na cidade, que tanto dano fan a nosa saúde; e para acadar ese cambio de hábito é imprescindible que se poida mover en bici con seguridade", defienden desde el Ayuntamiento sobre este proyecto, que se enmarca en la estrategia Dusi Muramiñae.