Una inspección de Sanidade determina que la temperatura de las caldas incumple la norma estatal

El Concello alega que no son piscinas, que son instalaciones terapéuticas y que no están sujetas a esa normativa
Las nuevas Caldas do Miño. EP
photo_camera Las nuevas Caldas do Miño. EP

Una inspección de Sanidade determinó que la temperatura del agua de las caldas que abrió el Concello junto al río Miño incumple la normativa estatal, que permite un máximo de 30 grados. El acta de los inspectores avisa de que se debe corregir, pero mantiene abierta la instalación.

El Concello alega que no son piscinas, que son instalaciones terapéuticas y que no están sujetas a esa normativa. Ven palos en las ruedas por el momento electoral actual y dicen que recuerda a los vivido con la playa fluvial.

Las caldas con las que Lugo se incorpora al circuito de poblaciones con instalaciones destinadas al uso recreativo del agua al aire libre las estrenaron el pasado martes miembros de clubs deportivos, entre otras personas, y el miércoles estuvieron ya a disposición de todo el público. El complejo, situado en la parte de abajo del Pazo de Feiras e Congresos, dispone de cinco piscinas de agua caliente —a entre 35 y 37 grados— y de dos pediluvios de agua fría. De acceso gratuito y libre a partir de los seis años.

Las caldas están en una parcela de 400 metros cuadrados en la que, de cara al verano, se añadirá una zona de solana. Las piscinas tienen formas y dimensiones distintas y el complejo se completa con un edificio de una planta con cubierta ajardinada para albergar un atrio, vestuarios, aseos. En su diseño se buscó el menor impacto visual y ambiental, destacó la alcaldesa, Lara Méndez, durante la apertura de las instalaciones. "Quixemos ser tremendamente respectuosos coa zona, unha contorna privilexiada na que xa levamos a cabo outras actuacións, como a pasarela e o paso soterrado na N-6, para que os cidadáns accedan a ela con máis facilidade e a través dunha nova mobilidade, con itinerarios a pé e en bicicleta, desde a trama urbana da cidade", destacó la regidora.

Igualmente, Méndez destacó que las instalaciones fueron proyectadas siguiendo los máximos parámetros de eficiencia energética, de acuerdo al modelo de ciudad sostenible que promueve ya desde su primer mandato.

Sin embargo, este es uno de los aspectos que precisamente más cuestionan los grupos políticos de la oposición. Consideran un "despilfarro" que haya que calentar el agua y dudan de la aceptación que van a tener estas instalaciones.

El Concello invirtió 919.587 euros en este proyecto, entre fondos propios y de la UE, y asegura que el coste de mantenimiento estará muy lejos de los 400.000 euros anuales que apunta la oposición. Para su puesta en marcha se ha recurrido a contratos menores con empresas de mantenimiento, de socorrismo y de seguridad, pero más adelante estas instalaciones se incluirán en el contrato de mantenimiento de equipamientos deportivos municipales, que se prevé licitar en torno al verano.

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