Los cuatro inspectores del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que llevan una semana analizando el trabajo de Pilar de Lara en el juzgado de instrucción 1 de Lugo podrían tener que prolongar su trabajo durante la próxima semana. La cantidad de sumarios, casos y diligencias que se acumulan es tal que los tres días que en principio tenían previstos se les han quedado muy cortos.
Esta inspección forma parte de las diligencias informativas que el órgano de gobierno de los jueces ha abierto a la magistrada, tras las quejas recibidas y las últimas polémicas con la Audiencia Nacinal y la Audiencia Provincial de Lugo por su manera de instruir los casos que lleva, varios de ellos conocidos macrosumarios como la operación Carioca, la Pokemon, la Pulpo o la Cóndor.
Ante esas críticas y numerosas quejas, el CGPJ solicitó a Pilar de Lara un escrito de alegaciones. Fiel a su estilo, sus argumentos de defensa ante los compañeros que deben controlar su labor ocuparon más de doscientos folios.
Es para comprobar dichas alegaciones y la realidad del juzgado y de las causas que instruye por lo que los inspectores se desplazaron hasta Lugo el pasado lunes. Tenían previsto pasar solo unos pocos días, pero su trabajo se ha ido prolongando hasta ocupar toda la semana y parece que todavía no se ha completado en su totalidad.
Entre este grupo de personas no está el instructor que ha sido nombrado para dirigir esta investigación. De la inspección actual dependerá la decisión de ordenar la apertura de un expediente sancionador contra Pilar de Lara o de cerrar las diligencias informativas sin más.
En su estancia en Lugo, los inspectores han recabado también la opinión de otros actores judiciales. Entre otros, se han entrevistado con los miembros de la Sala Penal de la Audiencia Provincial e incluso con el presidente de este organismo.
El CGPJ también se ha puesto en contacto con el Colegio de Abogados de Lugo, por si los letrados deseaban aportar alguna opinión o cursar alguna queja. No obstante, parece que este colegio declinó la invitación al no tener ninguna queja por escrito, aunque sí que recordó a los inspectores las dos que se cursaron oficialmente por parte del Consello da Avogacía de Galicia y que el propio CGPJ decidió ignorar.
