Le ha tocado combatir el coronavirus desde detrás de una pantalla, pero no de protección facial como la de los sanitarios, sino de ordenador. Un ingeniero informático de Lugo, David Maseda Neira, pasa su confinamiento colaborando en el ambicioso proyecto de un consorcio gallego que en tiempo récord ha creado un prototipo de respirador con el fin de abastecer a los hospitales para que puedan atender a los pacientes críticos de covid-19.
Además de la recompensa personal que supone aportar su granito de arena para superar esta emergencia sanitaria, profesionalmente David Maseda afronta este proyecto, a sus 23 años, como "un reto muy importante" porque está trabajando en electromedi cina, una rama con la que dice que "no estaba familiarizado", y porque aprende "cómo funciona la respiración humana aplicada a un sistema informático".
David Maseda, que trabaja en la tecnológica coruñesa Cinfo, es uno de los ingenieros informáticos que está participando en el desarrollo de la aplicación que monitorizará un sinfín de parámetros que regulará este innovador equipo, desde la cantidad de oxígeno que tiene que insuflar al paciente crítico hasta controlar su ciclo respiratorio.
El proyecto está liderado por la coruñesa Bionix. A su lado están el Clúster TIC Galicia; las empresas Cinfo, Electrónica&Comunicacion es, Dimalnox, i3DAtlántico y Blanco Mayer y la fundación profesor Nóvoa Santos
"Es un software vital. No se puede permitir fallo alguno porque pondría en riesgo la vida del paciente", afirma este joven ingeniero informático lucense.
Los respiradores escasean. Se han convertido, no solo en España —Galicia se los ha prestado a Madrid—, sino a nivel mundial, en el material sanitario más cotizado por los principales actores implicados en la batalla contra esta pandemia. David Maseda apunta que este respirador, con I+D+i 100% gallega, es "una alternativa de bajo coste" con respecto a los que ya hay en el mercado y eso permitiría, a su juicio, "aumentar la capacidad del sistema sanitario" para soportes vitales.
Jacobo Penide, consejero delegado de Bionix: "Es un respirador con un concepto industrial y fabricable a escala, que cumple con todos los requisitos de anestesistas y neumólogos"
YA A PRUEBA. El próximo martes, cuando se llevarán poco más dos semanas de trabajo, el consorcio ya testará el respirador en el Chuac. Probará, si es operativo, con un pulmón artificial del que dispone el complejo hospitalario coruñés y bajo la supervisión de una neumóloga.
El prototipo se denomina Freesterra-I, acrónimo de libre y del final de la Tierra.
Si pasa ese cribado, el consorcio solicitará la homologación a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, que sigue muy cerca la evolución de este proyecto.
