A sus 81 años de edad José volvió a nacer este lunes. A media mañana su casa, sita en Camiño de Friás, en el barrio del Sagrado Corazón, era pasto de las llamas. Un cortocircuito provocado por una estufa que se encontraba en la segunda planta del inmueble fue la causa del incendio, según aseguraba el octogenario.
Las llamas se propagaron rápidamente tanto a la cubierta como a la primera planta del inmueble. Fue su propietario, que vivía solo, el que pudo dar la voz de alarma.
José, que tiene un hijo que vive en el municipio de Castro de Rei, se ha quedado con lo puesto. El fuego calcinó la vivienda, reformada no hace mucho. No tenía contratado seguro de hogar. Solo se salvó el todoterreno que se encontraba en el garaje, sito en la planta baja. Un agente de la Policía Local retiró el vehículo, matriculado hace 21 años.
Se temió al principio que el fuego se pudiese propagar a las dos viviendas contiguas. Una está habitada, la otra no. La pronta actuación de los bomberos, que acudieron con dos vehículos, frenó esa amenaza.
Ante ese riesgo dos bomberos que disfrutaban de su día de descanso reforzaron el servicio. Adecuando estaban en plenas labores de extinción, una dotación tuvo que atender otra alerta en el centro de la ciudad, en la Rúa Bispo Aguirre, ya que los servicios sanitarios no podían acceder a la vivienda de una septuagenaria, de la que no se sabía nada desde el pasado viernes.
Las labores de extinción se prolongaron durante unas tres horas. Solo se salvó un todoterreno que se encontraba en el garaje
EVACUADO AL HULA. José, que presenció las labores iniciales de extinción, fue trasladado por una ambulancia al Hospital Lucus Augusti debido al humo que inhaló. Fue una medida preventiva. El octogenario se encontraba bien. Se subió por su propio pie al vehículo de urgencias.
Los vecinos que residen en la vivienda contigua a la calcinada, que en principio se temió que se pudiese ver afectada, no se encontraban en casa cuando se declaró el incendio.
Uno de los moradores de ese inmueble anexo explicó que se marchó de casa a las siete de la mañana para ir a trabajar y que no se enteró de lo sucedido hasta que regresó a las dos de la tarde para comer. Su piso no sufrió daños. Solo las secuelas propias de tanta humareda, que se divisó desde varios puntos de la ciudad. Antes de sentarse este lunes a comer tuvo que pasar una fregona para limpiar el hollín que impregnó el suelo.
La otra vecina de este inmueble se enteró de lo sucedido porque le avisó una amiga del incendio porque lo vio desde donde vive, en el Sagrado Corazón. A última hora de la mañana acudió acompañada por un hijo suyo para recoger enseres del piso, que tampoco sufrió desperfecto alguno.
Los bomberos permanecieron durante unas tres horas en este inmueble de Camiño de Friás, próximo al Paseo del Rato, para sofocar las llamas y después enfriar sus estructuras. También fueron movilizados agentes de las policías Local y Autonómica.
