Incendian, por segunda vez en una semana, la guardería del campus

Desconocidos prendieron fuego a unos tablones en el edificio, cedido a Raiolas hace dos años
Efectivos de los bomberos se trasladaron al edificio después de que unas personas detectasen que salía humo de las instalaciones
photo_camera Efectivos de los bomberos se trasladaron al edificio después de que unas personas detectasen que salía humo de las instalaciones

Fueron dos incendios en solo una semana y ambos en domingo. El edificio que construyó la Diputación hace años para albergar una guardería en el campus fue víctima de las llamas, por segunda vez, este domingo y el anterior. En ambos casos, se desconoce quién o quiénes pudieron haber prendido fuego dentro aunque se sospecha que se puede tratar de un acto vandálico, similar al que causó destrozos en las viejas instalaciones del bar El Mirador, también en el campus, hace unos días.

El incendio quedó apagado al rato de declararse, en torno a las ocho y media de la tarde. La alarma la dieron unos viandantes que vieron cómo salía humo tanto por la chimenea como por algunos ventanales. Los bomberos acudieron al lugar y comprobaron que estaban ardiendo unos tablones en su interior. No hubo víctimas ni daños cuantiosos, pero este hecho es un acto vandálico más de una serie de destrozos que sufren las instalaciones desde hace meses. "Destrozaron ya los sanitarios y las puertas y ahora, además, se dedican a entrar y prender fuego. Nosotros tenemos cerrado con llave el local, pero es igual. No respetan las instalaciones y no tenemos ni idea de quién puede ser. Hace meses vimos que había chavales consumiendo drogas en su interior y llamamos a la Policía, pero no sabemos nada más. El domingo pasado ardió una mesa y antes destrozaron el suelo, rompieron cristales y hasta lanzaron una silla que apareció colgada en una ventana. Da pena verlo", afirma Inés Flores Lozano, presidenta de Raiolas, asociación a la que la Diputación cedió el uso de este edificio hace dos años para instalar allí un centro de día para adultos con espectro autista.

UN CENTRO SIN USO. La antigua guardería que la Diputación construyó para el personal y los alumnos del campus nunca llegó a funcionar como tal. Desde hace dos años, la institución cedió su uso a Raiolas, una asociación que atiende a lucenses con espectro autista y trastornos de la comunicación, con el fin de poner en marcha un centro de día para adultos. Fue en vano, pasó el tiempo y el edificio sigue cerrado y, ahora, en estado de abandono, tras los múltiples destrozos que hay en su interior.

La razón de esta falta de uso no es otra que la lentitud en la tramitación de una licencia de obras que, según Raiolas, esta asociación solicitó al Concello y aún está pendiente de aprobación. Sin esa licencia, el colectivo no puede iniciar las obras para adaptar el edificio a un centro de día y, mientras, las instalaciones se deterioran a pasos agigantados. "Llevamos tiempo esperando esa licencia para adecuar el edificio a la normativa que nos exige la Xunta. Nos están entrando continuamente y rompiendo cosas: muebles, las puertas de los armarios... ¡Hasta arrancaron los cantos de las puertas! Nosotros ponemos denuncias, pero no hacemos nada", explica la presidenta de Raiolas, Inés Flores.

A falta de la licencia, el proyecto ya está listo y también el presupuesto, 90.000 euros iniciales a los que habría que sumar ahora el pago de los daños. Mientras tanto, quince personas con espectro autista, ya adultas, esperan poder acudir algún día al centro. El único en toda la provincia.

Comentarios