Inca, la empresa adjudicataria de la explotación de la fábrica de la luz, construirá en los próximos dos meses otros tres diques sobre el río Miño. El Ministerio de Medio Ambiente acaba de confirmar la autorización para seguir con gran parte de la obra prevista, algo para lo que es preciso que el Miño esté en estiaje (un caudal menor a 6,77 metros cúbicos por segundo), circunstancia que ya cumple.
La única parte de la obra que la empresa no puede realizar es la de la de la ataguía ya construida, paralizada por la Confederación y que debe seguir así hasta que se resuelva si efectivamente se construyó a 150 metros del lugar previsto en la declaración de impacto ambiental, como defiende la CHMS o en el único lugar posible, como señala la empresa.
Sin embargo, en los próximos días Inca podrá empezar a construir alguna de las otras tres ataguías contempladas en el proyecto. Dos de ellas están incluidas en su proyecto de la escala de peces y fueron las que causaron un nuevo desencuentro entre Inca y la Confederación. El organismo de aguas consideró que se trataba de un proyecto modificado porque el informe que había dictado la Dirección Xeral de Conservación da Natureza se especificaba que la escala debía hacerse lo más a la derecha posible del azud para evitar que se creara una zona de aguas muertas. Aunque la Xunta en ese informe da autorización a la obra, la CHMS estimó que esa puntualización implicaba cambiar el proyecto inicial y pidió un informe a la Abogacía del Estado para que se pronunciase al respecto. Finalmente, este ha llegado y concede el permiso para hacer las obras.
Inca deberá comprometerse a hacer las obras -que contemplan una tercera ataguía más además de las dos de la escala de peces- en el plazo de dos meses desde que comience el estiaje del río. Además, los trabajos se realizarán en presencia del personal de la Confederación y se comunicarán a la Dirección Xeral de Conservación da Natureza.
Además, debe elegir para los accesos a los dispositivos de franqueo del Caneiro da Luz (donde se hará la escala de peces) una ubicación en la que se eviten los daños a la vegetación de ribera y tendrá que consensuar esa ubicación con la Xunta.
La empresa tiene también la obligación de, una vez construidos los dispositivos y retiradas las ataguías, restaurar la orilla y la vegetación autóctona.
La resolución comunicada por el Ministerio de Medio Ambiente recuerda que el proyecto concreto de la escala de peces recibió alegaciones por parte de Inca y también de Adega, aunque no incluye respuesta alguna.
No está claro por qué punto comenzará Inca estas obras, aunque previsiblemente lo hará por la ataguía de la margen derecha.
