El juzgado de lo Penal número 1 de Lugo impuso una condena de un año de prisión y 180 euros de multa a un lucense que se acercó a un joven que hablaba por el móvil y se lo arrebató.
El asalto se produjo el 10 de mayo de 2016, sobre las nueve y media de la noche, cuando el acusado se aproximó a un chico que caminaba por la Avenida de Ramón Ferreiro hablando por su móvil y le propinó un pequeño empujón. Acto seguido, le arrebató el móvil.
Al día siguiente, según quedó recogido en la sentencia, el acusado vendió el teléfono sustraído en una tienda sita en la Ronda da Muralla. El dispositivo fue recuperado por la Policía, por lo que su dueño renunció a cualquier indemnización que pudiera corresponderle.
La jueza reconoce que el autor del robo posee una discapacidad, pero explica que, en el momento de cometer los hechos, "no consta acreditado que tuviera afectadas de alguna manera sus capacidades volitivas o intelectivas", por lo que no le reconoce ningún tipo de atenuante.
La magistrada considera que hay pruebas suficientes para condenar al acusado como autor de un delito de robo con violencia y otro delito leve de lesiones, ya que la víctima lo identificó en una rueda fotográfica y fue la persona que vendió el móvil en una tienda.
