No es la primera vez que la familia de Rocío Zúñiga llega a Lugo, sus raíces están aquí y pasan todos los veranos en la ciudad. "Mi madre era del barrio de a Chanca", comenta Zuñiga, completamente caracterizada de romana y preparada para disfrutar del circo romano. La familia siempre había intentado visitar la ciudad en la época de Arde Lucus, pero no eran capaces de coincidir todos para hacer el viaje.
Este año, sin embargo, consiguieron ponerse de acuerdo entre todos. una veintena de personas hizo el trayecto desde Madrid hasta Lugo a lo largo del día para instalarse en dos hoteles diferentes y la casa de la ciudad.
No llegaron con las manos vacías, trajeron sus mejores galas de romanos y castrexos, además de muchas ganas de disfrutar de la fiesta. Lo más visible de la familia Zúñiga es el estandarte que portan a todas partes con el lema Madrilucus. este nombre acompaña además a la imagen de dos osos que sujetan la muralla en vez de un madroño.
"Somos una familia muy unida", reconoce Zúñiga. Esta no es su primera experiencia caracterizándose. Todos los años celebran una fiesta de carnaval especial en la que ponen mucho esmero e incluso otorgan un premio al que mejor caracterizado va. Zúñiga añade que en su familia son "muy fiesteros" , animándose a vivir todo tipo de experiencias juntos como una piña.
En total, han venido los seis hermanos y sus hijos. Esta pequeña tropa se completa además con cinco amigos gallegos que han ayudado con todos los preparativos y reservas. La madrileña se mostró muy contenta con el trabajo de Xuventude y Turismo que le ayudaron en todo momento para obtener las entradas y hacer otras reservas. "Me devolvían la llamada", ejemplifica Zúñiga.
La fiesta no ha decepcionado y valoran la experiencia de su primer Arde Lucus como "maravillosa".
ARDE LUCUS EN MADRID. "Lo que me falta es que esta fiesta se dé más a conocer fuera", valora la madrileña. en su experiencia personal, ninguna persona en su entorno conocía la existencia del Arde Lucus, algo que contrasta con su fama dentro de Galicia.
"Es una pena", comenta la visitante, que destaca el buen ambiente y los atractivos de la fiesta de recreación histórica. La idea que tienen es hablar de Arde Lucus una vez vuelvan a casa para que les entre el gusanillo a otros madrileños.
