Eduardo Iglesias: "La sobresaturación de trabajo es el principal problema de los médicos"

Este oftalmólogo con plaza en el Hula pero que lleva 14 años en la privada representará a los facultativos lucenses. Liderará la primera junta directiva que habrá de enfrentarse a los efectos que la pandemia ha dejado en los profesionales que tuvieron que responder primero
El oftalmólogo Eduardo Iglesias, que preside el Colegio de Médicos de Lugo. SEBAS SENANDE
photo_camera El oftalmólogo Eduardo Iglesias. SEBAS SENANDE

Acabar con el desapego que algunos médicos tienen con el Colegio que los representa es una de los objetivos del doctor Iglesias en su labor como presidente del ente en Lugo.

¿Qué planes tiene para el Colegio?
El Colegio tiene una dinámica y forma de trabajar bastante establecida. Se dedica sobre todo a la defensa de los profesionales, de la deontología y de los pacientes, esos son sus tres pilares. Puede defender a los profesionales siempre dentro de unas limitaciones; puede dar sus opiniones, pero no toma las decisiones. Existe el Consejo de Colegios Médicos, en el que están los presidentes de los cuatro colegios de Galicia y que tienen a veces reuniones con la consellería para mostrar los problemas y posibles soluciones, en función de lo que les transmiten los colegiados. Es cierto que los médicos tenemos una ligera desafección con el Colegio. Nos gustaría que se vuelvan a involucrar, sobre todo los más jóvenes, que son los que en el futuro tendrán que llevarlo. Mi idea es reunirme con todos los colectivos médicos para ver qué puede hacer el Colegio por ellos. Creo que al de Lugo le falta presencia en las redes sociales y que debe ofrecer formación en salud para la gente en la calle, con un lenguaje sencillo y claro. También nos gustaría abrir el Colegio a las asociaciones de pacientes.

El Colegio, como decía, no toma las decisiones pero sí es un interlocutor con la Consellería que tiene cierto peso. Pienso en cuando este verano el de Pontevedra denunció al Sergas por la situación de sus colegiados de Primaria en muchos centros de salud, por ejemplo. ¿Lugo es un sitio menos problemático o menos beligerante?
Ni menos problemático ni menos beligerante. Cuando se canalizan esas demandas se suele hacer a través del Consello Galego de Colegios Médicos y ahí todos aportamos sobre nuestras provincias. El Colegio de Lugo no es conflictivo, creo que la actitud de la junta directiva que ha estado hasta ahora ha sido siempre de negociación no de confrontación.

El estrés del que estuvo al frente en la pandemia pasa factura. Es fácil que se dé el síndrome del quemado

¿Cuáles son los problemas más acuciantes ahora mismo?
Para mí el mayor problema actual es la sobresaturación de trabajo que tienen los médicos. En realidad, todos los sanitarios. Pasamos una pandemia, la gente tenía miedo a ir al médico por el contagio y muchas patologías se fueron dejando. Estamos recuperando cierta normalidad y la gente vuelve a ir al médico, pero, claro, existe un período de un año en el que recuperar todo eso es muy complicado. Es el mayor problema que tenemos. Otro es que, sobre todo en la Primaria, no hay médicos a los que recurrir para contratar, para sustituir, lo que sobrecarga a los otros compañeros. .

¿Qué consecuencias está teniendo esa sobrecarga?
Estrés. Los médicos de Primaria, por ejemplo, tienen domicilios, llamadas, consultas presenciales, no salen en su horario porque no les da tiempo a atender a los pacientes… El cansancio y el estrés psicológico del que estuvo al frente en la pandemia pasan factura. El síndrome del quemado es fácil que se dé en esas situaciones.

¿Hay más bajas?
No tengo datos, pero creo que sí. Los médicos somos humanos igual que el resto y padecemos lo mismo.

¿Son los pacientes ahora más demandantes?
No diría eso, pero estamos ahora en una situación ‘normal’ y tienes una bolsa de pacientes que no has visto que tienes que ver ahora. Tienes que recuperar lo de ese año y hacer lo de este. A veces hay que decirle a la gente que tenga paciencia.

¿Se ve esa saturación en la sanidad privada?
Puede que esté recogiendo un tanto por ciento, no muy elevado, de la sobredemanda de la pública.

¿Cree que han pasado los médicos de héroes a villanos? Muchos facultativos de Primaria creen que no se ha transmitido bien a la opinión pública su trabajo durante la pandemia y que ahora, en esta vuelta a la normalidad, sigue sin hacerse.
Al principio de la pandemia el estamento sanitario estuvo en palmitas. Pasa el tiempo y, como ocurre con muchas otras cosas, se producen olvidos, la memoria es frágil. Es cierto que notas en algunos comentarios que ahora se está denostando a los profesionales de Primaria.

Esta semana hubo una agresión a un médico en un centro de salud de Lugo. ¿Están aumentando?
Sí. Notas que la gente está más agresiva e impaciente que antes. Sigue siendo una minoría, por supuesto, pero sí ha aumentado la agresividad. Creo que lleva ocurriendo en los últimos años y puede que ahora un poco más en la postpandemia.

Los colegios médicos, a través del Consello, han manifestado su desacuerdo con el sistema de gestión de citas, de triaje, que se está probando en Primaria porque no lo hace personal sanitario sino administrativo...
Efectivamente, ese es el problema. Incluso los administrativos tienen un poco de reparo porque ¿están formados para recibir una llamada y saber qué le ocurre a un paciente? Creo que el triaje debe hacerlo un sanitario. En los servicios de Urgencias hospitalarias no los hace un administrativo.

En un contexto como el actual, con esa escasez de facultativos de Primaria de la que habla, ¿de qué manera se les aligera el trabajo si no es haciendo que algunas tareas las asuman otros profesionales?
Es cierto que esa pregunta tiene una respuesta muy difícil, pero hay que tener en cuenta que la atención telefónica es complicada, te pierdes cosas. El administrativo puede hacer muchas preguntas, pero el que mejor va a orientarlas es un médico.

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