La Iglesia prevé ya bodas y funerales en Lugo, ritos que se aplazan en Mondoñedo

Los centros de culto se reabrirán el lunes y los ritos se celebrarán con una estricta higiene
Una ceremonia religiosa en la catedral. EP
photo_camera Una ceremonia religiosa en la catedral. EP

Los templos de las diócesis de Lugo y Mondoñedo-Ferrol iniciarán el lunes la desescalada y se abrirán al culto aplicando estrictos protocolos sanitarios para la seguridad de los fieles. Sin embargo, habrá diferencias en las celebraciones permitidas por uno y otro obispado.

La diferencia más destacable entre las disposiciones litúrgicas entre ambas diócesis recae en el apartado relativo a celebración de bodas, comuniones y funerales.

Mientras que en la diócesis de Mondoñedo se pospondrán todos los funerales, bodas, exequias, romerías y actos litúrgicos que conlleven la asistencia de un gran número de fieles, en la diócesis de Lugo podrá llevarse a cabo la celebración de bautismos, primeras comuniones, bodas o funerales, siempre que el párroco acuerde con los interesados la organización del servicio de orden.

El bautismo será un rito breve y en las unciones se podrá utilizar un algodón o bastoncillo de un solo uso, incinerándose al terminar la celebración. Mientras, en los matrimonios los anillos deberán ser manipulados solo por los contrayentes.

Los funerales seguirán los mismos criterios de la misa, donde regirá una estricta higiene y la desinfección de manos.

PRUDENCIA. Ante la vuelta a las celebraciones religiosas, las diócesis de Lugo y Mondoñedo-Ferrol establecen disposiciones sanitarias para la celebración del culto público en las parroquias, encomendándolas a la prudencia de los sacerdotes y de los miembros de sus comunidades religiosas.

El documento de ambas diócesis contiene un primer apartado con diez disposiciones de carácter general y un segundo en el que se detallan las disposiciones a llevar a cabo durante la liturgia.

Entre las de carácter general destacan la reapertura del culto al público, que se llevará a cabo con un tercio del aforo en la fase 1, y con un cincuenta por ciento del mismo durante la fase 2. Los asistentes deberán utilizar mascarilla, lavarse las manos con gel hidroalcohólico a la entrada y a la salida del templo y mantener una distancia de separación de 1,5 metros entre ellos.

Las pilas de agua bendita permanecerán vacías y las puertas de estas iglesias estarán abiertas a la entrada y a la salida de las celebraciones.

En el segundo apartado referido a las disposiciones durante la liturgia, destaca la recomendación de evitar dar la mano en el rito de la paz. Tampoco habrá coros en las celebraciones ni se distribuirán hojas de cantos y no se pasará la cesta de la colecta, que se depositará en un lugar accesible.

Además, el sacerdote celebrante desinfectará sus manos al comenzar la misa, lo hará también al distribuir la comunión, momento en el cual utilizará mascarilla.

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