El Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) ha adjudicado por 217.000 euros las naves y los terrenos de Talleres Anbla, que embargó por unos avales adeudados. Esta empresa de embalajes industriales asentada en Mazoi se extinguió en 2016, seis años después de presentar concurso de acreedores.
La subasta de las naves, con una superficie de 5.759 metros cuadrados, y de los terrenos, de 26.837 metros cuadrados, suscitó el interés de varios postores.
El precio de salida fue de 127.700 euros, cuatro veces menos que en 2018 cuando las sacó a subasta Xestur por 600.000 euros y siete veces menos que cuando lo hizo el juzgado mercantil de Lugo en 2017 por un millón de euros.
No ha trascendido quién es el postor que se ha hecho con estas propiedades, ni qué proyectos tiene para ellas.
Talleres Anbla, que se constituyó en 1994, tenía dos líneas de negocio. Por una parte, fabricaba embalajes industriales para la entonces planta de PSA Citröen de Vigo y, por otra parte, casas de madera móviles. A principios de este siglo llegó a tener unos 80 empleados, pero la crisis económica de 2008 la abocó al cierre.
La empresa construyó las naves sin licencia municipal cuando los terrenos estaban catalogados como suelo rústico
Si esta empresa lucense tiene una historia curiosa, no lo es menos la de los terrenos en los que se asentaba. Talleres Anbla construyó sus naves sin licencia municipal en una parcela que estaba catalogada inicialmente como suelo rústico. En 2000, tras ampliar sus instalaciones, intentó legalizarlas, pero el Concello de Lugo le respondió que no era posible.
Un año después la empresa llamó a la puerta de la Xunta aduciendo que la declarase de interés general para así poder legalizar sus naves. Tampoco lo consiguió. Lo intentó otra vez en 2002 justificando esa solicitud en que iba a constituir un polo industrial para el sector de la automoción. De nuevo su petición caía en saco roto y la administración autonómica incoaba un expdiente de reposición de la legalidad urbanística.
Mientras la empresa pleiteaba, en 2006 se aprobaba inicialmente el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Lugo, que catalogaba un sector de Mazoi de 74.442 metros cuadrados como suelo urbanizable delimitado de uso industrial, pendiente de un plan parcial.
Como sus propiedades se encontraban dentro de ese sector y se reservaba para estas un uso solo para automoción, Talleres Anbla utilizó ese cambio normativo para intentar legalizar las naves, pero la Xunta le respondía en 2007 dictando una orden parcial de demolición, que no llegó a ejecutar.
