El Hula fija vías rápidas para cien enfermedades, que se ven en consulta en menos de 21 días

El nuevo sistema garantiza que la derivación de Primaria al hospital se acelere para casos que no pueden esperar meses en una lista

Mostrador central de citas del Hula. SEBAS SENANDE
photo_camera Mostrador central de citas del Hula. SEBAS SENANDE

El Hula ha creado 29 vías rápidas para más de cien patologías distintas, de forma que, desde que el paciente acude a su médico de cabecera y hasta que asiste a la consulta con el especialista del hospital no pasan más de tres semanas. Esa es la media, pero en la mayoría de casos se fija la cita para antes, diez o doce días. Por el momento, más de mil pacientes se beneficiaron de esa medida.

El proyecto de derivación urgente -llamado Hermes, como el dios mensajero de la mitología griega, y que es pionero en Galicia- sigue la estela de las vías rápidas del cáncer. Lugo fue también la primera área sanitaria gallega en poner en marcha ese sistema que permite que, ante la sospecha de uno de los tumores más prevalentes (como mama, pulmón, colon o melanoma, por ejemplo), el paciente cuente con el diagnóstico en menos de una semana y pueda empezar el tratamiento acto seguido.

Ahora, además de otros tumores, también se incluyen enfermedades que no son oncológicas pero para las que resulta imprescindible una atención rápida porque, de no tenerla, pueden tener consecuencias graves. No pueden pasar meses en una lista de espera.

Es el caso, por ejemplo, de una sospecha de glaucoma, en la que el paciente puede perder la vista si queda sin tratar. O de algunas insuficiencias cardíacas, que sin tratamiento pueden llegar a tener peor pronóstico que algunos cánceres o de una arteropatía perifética de claudicación intermitente.

¿Qué pasaba hasta ahora con esas enfermedades? ¿Pasaban los pacientes meses esperando por una consulta? En realidad, esas son las patologías por las que se creó el volante de derivación preferente. Inicialmente se refería a una serie de situaciones en las que el paciente no precisaba ser atendido inmediatamente porque la urgencia no llegaba a tanto, pero sí rápido, en los siguientes días.

Sin embargo, el volante preferente perdió pronto ese significado original y se convirtió en una forma de intentar evitar a un paciente meses de espera en una lista. Empezó a ser cada vez más frecuente y, cuando tantos casos son preferentes más difícil resulta que los que lo son verdaderamente lleguen antes a la consulta del hospital.

Lo habitual era entonces que uno de esos pacientes con una enfermedad potencialmente grave acabara en Urgencias. Si un enfermo lleva semanas en una lista de espera, no sabe cuándo tendrá cita para el especialista y sigue encontrádose mal acudir a Urgencias es la manera de acercarse al pronóstico y al tratamiento. En otros casos, el médico de Primaria era que el que se dirigía directamente al especialista para pedirle que hiciera un hueco a su paciente.

Por ese motivo, el equipo que ha puesto en marcha el Hermes -Antonio Fernández, responsable de la unidad de gestión de procesos; Rafael Monte, coordinador de área de consulta ambulatoria; Rafael Sánchez, director de procesos sin ingreso y Alfredo Silva, director de procesos asistenciales- lo define como un sistema que ordena el flujo de pacientes, encaminado a que lleguen antes los que tienen que llegar antes y de forma homogénea, evitando sobrecargas de Urgencias.

INICIO. El proyecto es fruto de la colaboración entre los médicos del hospital y los de cabecera. Cada servicio del Hula especificó cuáles eran las patologías que debían ser incluidas, aquellas que sin tratarse de absolutas urgencias que no pueden esperar ni un día, es preciso ver pronto en consulta. Una vez acordadas se creó un apartado específico en la plataforma de derivación, de forma que los médicos de Primaria que reciben uno de esos casos realizan la derivación al hospital a través del sistema informático.

En esa especie de "cajón especial" solo se pueden poner las patologías acordadas previamente. El servicio hospitalario al que se deriva cada caso revisa con periodicidad semanal todas las peticiones que le llegan por esa vía. Con cada una puede hacer dos cosas: aceptarla y fijar la cita para el paciente si efectivamente se trata de una de las enfermedades incluidas en el listado o rechazarla porque no entre en esos supuestos. En ese caso, el paciente puede ser incluido en la vía ordinaria.

El director de procesos asistenciales, Alfredo Silva, explica que se comenzó a implantar en verano y que se fueron incorporando ajustes. Seis meses después, más del 70% de las peticiones se refieren a procesos efectivamente incluidos en el listado y que, por tanto, llegan a consultas del hospital con rapidez. Es un sistema que exige de cierto aprendizaje porque es preciso que los casos que se incluyan se ajusten a los criterios preestablecidos. "Al principio se tiene que trabajar con el libro delante", reconoce Silva.

También aclara que tres semanas es «la media», pero que lo cierto es que la mayoría lo hacen antes. Alaba el trabajo de especialistas de hospital y Primaria para llevar a cabo un sistema que "mejora y ordena el flujo de pacientes" y que contribuye, entre otras cosas, a aligerar la sobrecarga asistencial de Urgencias.

El proyecto incluye también teleconsultas. El médico de Primaria y el de especializada se comunican por correo, y sin necesidad de que el paciente vaya al hospital, para aclarar dudas de prescripción de medicamentos o de ajustes de dosis, por ejemplo. En esos casos, se evitan traslados innecesarios al Hula.