El Hula ya está crecidito

EFEMÉRIDE ▶ Parece que fue ayer, pero el Hula encara ya la adolescencia. El 31 de enero de 2011 abría la última de las áreas por trasladar, Urgencias, y cerraba el Xeral. Antes lo habían hecho Calde y el San José. Se estrenaba un hospital más amplio y con tecnología puntera.
Logotipo del décimo aniversario del Hula instalado en la fachada del hospital. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Logotipo del décimo aniversario del Hula instalado estos días en la fachada del hospital. VICTORIA RODRÍGUEZ

LUGO ESTRENABA oficialmente un macrohospital el 26 de febrero de 2011 cuando Feijóo y un Fraga en silla de ruedas cortaban la cinta de un centro que dejaba en el visitante, en primer lugar, la impresión de una gran amplitud. Y, en segundo lugar, el de un lugar donde la tecnología se palpaba a nivel usuario y que iba tanto desde un revolucionario sistema de sacar número para las consultas —pasando la tarjeta en la máquina y ojeando las pantallas de las salas de espera— hasta los confortables sillones de los acompañantes, las camas ergonómicas, la conexión a internet en las habitaciones, las pantallas informativas con las plazas disponibles en el parking o las escaleras automáticas, que tanto recelo provocaron al principio.

No es que solo fuese nuevo, es que el Hula era un nuevo concepto de hospital, que incluía guardería para los trabajadores y un prometido centro de día para mayores que todavía no funciona, además de una capilla para otras confesiones que no fuese la católica, como la evangélica, por ejemplo.

El traslado se efectuó por fases y se inició el 22 de noviembre de 2010. El 20 de diciembre, serían trasladados los primeros hospitalizados, en este caso de Calde, a donde un año después irían los enfermos del psiquiátrico de San Rafael. También lo harían los del hospital San José. El 24 de enero se llevaría a cabo la segunda tanda de traslado de pacientes, a un ritmo de una ambulancia y un paciente cada cinco minutos. Tres días antes, el 21 de enero, estaban ya en el Hula las diecisiete consultas del centro de especialidades de la Praza do Ferrol.

Los primeros usuarios llegaban al Hula un poco perdidos dado que apenas había señalización. Recibían un plano con la cita pero, aun así, quien no se perdía fuera, se perdía dentro del edificio.

Diez años después, a los usuarios ya no les hacen falta planos para no perderse en el Hula y se generalizó el uso de las escaleras mecánicas. Pero también los sanitarios descubrieron una nueva forma de trabajar más coordinada y con tecnología más avanzada.

Ramón Ares. AEPRamón Ares, el gerente del Hula, destaca fundamentalmente un cambio entre el Xeral y el nuevo hospital: la amplitud y la mayor coordinación entre servicios. "Trabállase de forma distinta. Agora, o nome do Hula e de Lugo está máis posicionado na sanidade española. O persoal conseguiu traballar nun espazo distinto, cunhas plantillas que foron medrando", afirma Ares, quien valora especialmente la amplitud del centro, especialmente en estos tiempos que nos tocan vivir.

"Sería moi difícil resolver a pandemia no antigo Xeral. Estarían os pacientes amontoados, non habería circuítos nin tampouco suficientes camas de críticos... Non tería comparación coas instalacións actuais", señala.

Gloria Enríquez, responsable de Humanización. AEPAdemás del espacio y de las tecnologías, el Hula ponía en marcha, en febrero de 2011, un servicio novedoso. Se trataba del área de Humanización, cuyo objetivo era hacer más cómoda la vida de los ingresados. "Este servicio nació de una costumbre que teníamos los enfermeros en el San José que era, en cada cambio de turno, tras ponerse al día del estado de cada paciente, hacer lo que llamábamos 'dar la vuelta'. Es decir, dedicar una hora a hablar con los enfermos y conocerlos", explica Gloria Enríquez, coordinadora.

Desde Humanización se consigue, entre otras cosas, celebrar el cumpleaños del paciente, "un detalle que permite hacerle ver al enfermo que importa", añade la coordinadora del servicio.