El Hula amortizará el robot quirúrgico Da Vinci utilizándolo mañana y tarde

Se empleará para operaciones largas y complejas, muchas de ellas oncológicas, de Urología, Ginecología, Cirugía General y Otorrinolaringología
Cirujanos probando el Da Vinci en un congreso que tuvo lugar en 2019 en hospital de Monforte. AEP
photo_camera Cirujanos probando el Da Vinci en un congreso que tuvo lugar en 2019 en hospital de Monforte. AEP

El Hula apenas dejará descansar el robot quirúrgico Da Vinci una vez que se instale, algo que se prevé para el último trimestre del año. Tal y como avanzó este diario hace una semana, el Sergas comprará uno de estos equipos para cada área sanitaria, lo que supondrá la irrupción de la cirugía robótica en Galicia, una de las últimas comunidades españolas en incorporarla en su red de hospitales públicos.

El robot Da Vinci es una tecnología cara, en la que cada equipo cuesta entre dos y tres millones de euros y con un mantenimiento diario y fungibles también de precio elevado. Por ese motivo se prevé que esté operativo durante todo el día, programando intervenciones tanto de mañana como de tarde, para rentabilizar el precio de ese mantenimiento pero también para hacer accesible la tecnología a todos los servicios susceptibles de beneficiarse de ella: Urología, Cirugía General, Ginecología y Otorrinolaringología.

En estos momentos, todos trabajan en definir para qué intervenciones se utilizará, en qué casos supone algún beneficio sobre las técnicas laparoscópicas que se utilizan hasta ahora. Si bien la llegada del Da Vinci supone una noticia esperadísima para distintas especialidades del área quirúrgica e implica un paso hacia el futuro que varias sociedades científicas llevaban tiempo reclamando que se diese, el urólogo del Hula Javier Casas, ya acreditado para su uso, recuerda que no todas las intervenciones que se pueden hacer con el robot tiene sentido que se realicen con él. "El nombre de la técnica es cirugía laparoscópica asistida por robot; es decir, todo aquello susceptible de ser operado por vía laparoscópica puede operarse con el Da Vinci, pero no sería costoefectivo ni aportaría beneficio", explica.

El especialista explica que, fundamentalmente, se recurrirá al Da Vinci para las intervenciones largas y complejas porque son en las que el beneficio resulta más evidente. Con el Da Vinci el cirujano no opera directamente sobre el paciente, sino que lo hace sentado en una consola desde donde maneja virtualmente unas pinzas. Esto redunda en la comodidad del facultativo y, por consiguiente, en la seguridad del paciente. El doctor Casas, explica que, por ejemplo, una cistectomía [extirpación de la vejiga] puede ser una intervención de unas ocho o nueve horas. Cuando ya han transcurrido seis, el cansancio es más evidente que al inicio y muy probablemente para conservar la firmeza del pulso y el rango de movimientos que se tenía al iniciar la intervención requiere de toda la concentración. "El robot no se cansa", recuerda el doctor Casas, que destaca como principales ventajas de su uso que contribuye a "reducir el tiempo quirúrgico y el sangrado", así como a permitir un mejor postoperatorio. En resumen, mejora la seguridad, aunque insiste en que la pericia del cirujano, su experiencia, sigue siendo clave.

El Da Vinci contribuye a reducir el tiempo quirúrgico y el sangrado y ayuda a aumentar la seguridad

El rango de movimientos que permite hacer el robot es mayor que el de la laparoscopia o que el de la mano del cirujano en una cirugía abierta, lo que facilita el trabajo en algunas intervenciones concretas. Pese a todo ello, el urólogo del Hula recuerda que "eso no quiere decir que lo que no se opere con Da Vinci vaya a quedar peor". Insiste el facultativo en que puede contribuir a la seguridad, ayudando a eludir algunas secuelas pero que esos mismos resultados pueden obtenerse con laparoscopia en muchos casos.

Gran parte de las cirugías que se harán con el Da Vinci serán oncológicas, como cáncer de próstata, vejiga o recto o renal pero no todas. También se utilizará para otras intervenciones largas como la cirugía de la obesidad, patologías de laringe, faringe y cuello o prolapsos de órganos pélvicos, entre otras.