En huelga de hambre en Lugo para exigir la ley trans

El transexual Derek Alexander inició una protesta indefinida para reivindicar el aval del Congreso a la propuesta de Unidas Podemos
El lucense Derek Alexander aboga por la aprobación de la denominada ley trans. SEBAS SENANDE
photo_camera El lucense Derek Alexander aboga por la aprobación de la denominada ley trans. SEBAS SENANDE

Hace tiempo que ya no se gira al escuchar el nombre que figura en su DNI. Solo se reconoce como Derek Alexander. Es un lucense transexual que tiene muy clara la identidad de su género, aunque a efectos legales todavía sigue siendo una mujer.

Por ello, para poder decidir sobre su vida y su cuerpo, este joven de 24 años inició este miércoles una huelga de hambre indefinida para visibilizar una situación que afecta a más personas, y forzar así al Gobierno central para que desbloquee la aprobación de la denominada ley trans, en el Congreso.

La principal novedad que presenta el texto indica que cualquier persona mayor de 16 años podría cambiarse el sexo en su DNI sin necesidad de informes médicos o judiciales, simplemente tendrán que mostrar su voluntad en un registro civil.

El motivo de la acción reivindicativa está en la falta de avances en la tramitación de la ley que prepara el Ministerio de Igualdad, que hizo público el borrador de la denominada ley trans. La norma generó divergencias entre los dos partidos que forman el Gobierno y en buena parte de sectores progresistas que habían coincidido en las reivindicaciones políticas sobre los derechos individuales.

Así las cosas, Derek Alexander decidió llevar su exigencia a la calle. "El PSOE y Unidas Podemos están bloqueando esta ley, la usan para debatir entre ellos, y así no llegará al Congreso. Por ese motivo iniciamos la huelga de hambre, queremos que la lleven", relata.

Legalmente sigue siendo una mujer, pero quiere que se reconozca que es un hombre y a la vez que se le dé ayuda para gestar un hijo

GESTANTE. Esta lucha no es únicamente por su identidad, según manifiesta, sino por su futuro. No solo quiere que se le reconozca como hombre, sino que también pretende convertirse en gestante, y formar una familia con su actual pareja, con la que convive desde hace dos años.

"Desde hace 4 años intento que me suministren un tratamiento hormonal, pero no lo hacen porque no comprenden que quiera gestar a mi hijo", argumenta, "no lo entienden, así que al no encontrar ayuda me decidí a hacer la huelga de hambre indefinida, junto con otras muchas personas en Galicia y en España", dice.

Derek inició la huelga de hambre este miércoles. No ingerir alimentos durante toda la jornada le provocó algún trastorno estomacal que ya se solucionó. A partir de este jueves, llevará sus reivindicaciones hasta el consistorio local, donde se mantendrá apostado a diario hasta poco antes de las 22.00 horas. "Hasta que se apruebe la ley trans estaré en la entrada del Ayuntamiento todos los días que sea necesario, con pancartas que visibilicen esta lucha", afirma. "Solo me iré a casa a dormir por el toque de queda".

INFORMES MÉDICOS. En la actualidad, el cambio de nombre y sexo es posible sin necesidad de una operación, pero sí debe existir un informe psicológico que determine la disforia de género del paciente, además de haber estado en tratamiento al menos dos años.

Derek lamenta que no ha encontrado apoyo en el equipo médico que le trata

Derek dice que tampoco encontró apoyo en el equipo médico que le trata. "Ni mi psicólogo ni mi psiquiatra me han dado una solución, no me entienden. No quieren que comience el tratamiento con hormonas", explica.

Tampoco consiguió que su médico de cabecera le hiciese un seguimiento por el inicio de la huelga de hambre, "por eso le solicité al asistente social que me ayude a buscar a otro que sí lo haga", dice este lucense, a quien el rechazo de su familia a la autodeterminación de género le llevó a vivir en la calle. "Desde hace dos años no tengo ningún contacto con ellos. Me fui de casa y gracias a mi novia y a su familia, que sí acepta mi decisión, tengo una casa donde vivir", explica este lucense.

Esta situación límite es el último recurso que encontró Derek Alexander para llamar la atención sobre su problema, apoyado por la Asociación Euforia, un colectivo que aboga por los derechos de las personas transexuales.

"Convocamos manifestaciones y concentraciones para que esta ley se llevara al Congreso, pero tuvimos que llegar a la huelga de hambre para intentar que nos escuchen", explica el protagonista.