Los hosteleros siguen dando la espalda a la cafetería de la cárcel

El Ayuntamiento volverá a ampliar el horario permitido y rebajará el canon que pide por el local, con unas vistas envidiables

photo_camera Cafetería de la vieja cárcel. EP

La cafetería de la vieja cárcel tiene una ubicación ideal, unas vistas únicas en Lugo y está vinculada al centro cultural que probablemente atrae a más visitantes actualmente en la ciudad y, a pesar de todo ello, sigue sin interesar a ningún hostelero.

El concurso convocado por segunda vez por el Ayuntamiento para adjudicar la explotación de esa cafetería no consiguió ninguna oferta. Se pedía un canon de 2.000 euros, precio en el que se incluía agua y energía gratis.

Ante el fracaso que ha supuesto el hecho de que los hosteleros hayan ignorado la posibilidad de gestionar un negocio en la vieja cárcel, el gobierno local anunció ayer que volverá a sacar a concurso la gestión de la cafetería, mejorando las condiciones para quienes opten a explotar ese servicio. Así, se anunció que se rebajará el canon exigido a quien esté dispuesto a abrir allí una cafetería. Se recalcará también el hecho de que el canon a pagar incluye que el Concello ofrece gratis el agua, la calefacción y la electricidad.

La tercera intentona para intentar conseguir que algún hostelero se haga cargo del local se pondrá en marcha de forma inmediata y en esta ocasión se ofrecerá una nueva ampliación del horario de funcionamiento. Así, se permitirá que el local funcione hasta las 1.30 horas de la madrugada.

En el primer concurso que se había convocado el Concello recibió una oferta, pero la rechazó porque procedía de una comunidad de bienes, algo que no se contemplaba en las bases.

En la segunda intentona, el Concello optó por reducir el canon, ampliar el horario permitido y extender los espacios del edificio que podía utilizar la concesionaria. Esa mejora de la oferta siguió siendo insuficiente, a la vista del resultado.

La vieja cárcel se abrió al público en marzo de 2017 y desde entonces está pendiente la puesta en servicio de la cafetería, si bien es cierto que el primer concurso no se convocó hasta que el centro cultural llevaba un año de funcionamiento.

La cafetería está equipada con 16 mesas y 32 sillas en el espacio general de las instalaciones; 8 sillas altas en la barra; 4 mesas y 8 sillas altas en la zona de la ventana frente a la barra, y 8 mesas y 24 sillas en la terraza. El adjudicatario tendrá que instalar la maquinaria, herramienta y aparatos necesarios para el desarrollo de la actividad.

La falta de interés por esa instalación provoca cierta perplejidas en el Ayuntamiento, dado que las instalaciones causaron sensación en el momento en el que se inauguró el centro cultural y fueron muchos los lucenses que se apresuraron a hacerse allí fotos y colgarlas en las redes sociales presumiendo de estar en un balcón privilegiado sobre la ciudad.

Los hosteleros, sin embargo, siguen sin ver negocio, visto el fracaso de los concursos convocados hasta ahora. El local tiene unas vistas envidiables sobre el centro y sobre la muralla. Sin embargo, hay a quien no le convence que los clientes tengan que ascender unas escaleras para llegar a disfrutar de esas vistas y tomarse algo.

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