Un hostelero se niega a abrir a la Policía tras ser descubierto sirviendo de madrugada

Afronta una multa de hasta 60.000 euros ► Se negó a abrir la puerta a los agentes, que montaron un dispositivo e interceptaron a dos conductores ebrios
Un coche de la Policía Local. ARCHIVO
photo_camera Un coche de la Policía Local. ARCHIVO

Un hostelero del barrio lucense de A Ponte se enfrenta a una multa de hasta 60.000 euros por servir a clientes de madrugada y no abrir la puerta a la Policía. Según explicó el portavoz policial, los hechos sucedieron en la noche del viernes al sábado, sobre las 00.15 horas, cuando una patrulla del Grupo Operativo Nocturno de la Policía Local de Lugo detectó que un establecimiento de hostelería, ubicado en la calle Fermín Rivera, tenía gente en el interior, a pesar de que tendría que haber cerrado al público a las seis de la tarde.

Los agentes escucharon desde el exterior "cánticos y voces de personas" y observaron que la luz del establecimiento está encendida, por lo que llamaron a la puerta, "callándose en ese momento las personas que se hallaban dentro y no abriendo el responsable del local, pese a los continuos requerimientos y órdenes dadas por los policías", explicaron.

Ante esta situación, las patrullas organizaron un dispositivo de vigilancia y comprobaron que, dos horas más tarde, alrededor de las tres menos cuarto de la madrugada, varias personas salían del establecimiento y se subían a sus turismos.

Los agentes montaron un dispositivo de vigilancia y interceptaron a dos conductores ebrios que acababan de salir del local

Los agentes interceptaron dos vehículos y sometieron a los conductores a las pruebas de alcoholemia, en las ambos arrojaron un resultado positivo, con tasas de 0,63 y 0,55 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Los coches fueron retirados por el servicio de grúa y trasladados al depósito municipal, donde quedaron inmovilizados.

Tanto conductores como acompañantes fueron denunciados por infracción a la Ley de Salud de Galicia, por transitar entre las 22.00 y las 6.00 horas sin causa justificada, lo que acarrea sanciones de 500 euros. Los dos conductores fueron sancionados además con 1.000 euros de multa y la retirada de 6 puntos del permiso de conducción por circular con una tasa de alcohol superior a 0,25, “que es la reglamentariamente establecida”. Igualmente, los titulares de los vehículos fueron denunciados por tener la ITV caducada, por lo que se abrieron sendos expedientes sancionadores de 200 euros a cada uno.

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La Policía Local explicó que el responsable del establecimiento fue denunciado por dos infracciones a la Ley de Salud de Galicia, la primera por quebrantar el horario de cierre al público, que conlleva una sanción de 500 euros, y la segunda por "no colaborar con los agentes de la autoridad impidiendo la labor inspectora", lo que conlleva una sanción de hasta 60.000 euros, con el agravante de reincidencia.