Hostelería y sector primario absorben un tercio de los contratos a extranjeros en Lugo

Durante el año pasado se firmaron en la provincia 12.836 acuerdos laborales, que permitieron un importante número de regularizaciones
terraza
photo_camera Imagen de archivo de una terraza. AEP

El número de extranjeros es la única de cifra relacionada con la demografía que sube en la una provincia de Lugo que cada año pierde habitantes y se asoma al abismo del envejecimiento. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, 2022 finalizó con 16.785 personas de otros países censadas en Lugo, un ligero incremento que también se vio reflejado en el mercado de trabajo: el año pasado se firmaron en la provincia 12.836 contratos a extranjeros, con la hostelería y el sector primario como principales demandantes, con más de un tercio.

Las mayores comunidades de extranjeros afincados en Lugo son las de marroquíes (2.283), rumanos (2.240), colombianos (1.821) y portugueses (1.427). En últimos años, además, han experimentado un fuerte aumento los venezolanos, hasta rozar los 1.500, mientras que se percibe un descenso de los originarios del África subsahariana.

La afiliación de extranjeros, en todo caso, experimentó un aumento superior al 10% en la provincia el año pasado, con una subida de 746 personas hasta diciembre.

Las estadísticas registran un total de 85.876 contratos firmados en Lugo en 2022, de los que 12.836 fueron a personas de otros países, prácticamente el 15%. Entre los epígrafes "servicios de comidas y bebidas", "agricultura, ganadería, caza" y "pesca y acuicultura" acaparan 5.113 contratos, cerca del 40% del total.

Le siguen industria de la alimentación (891), comercio al detalle (650), transporte (582), mantenimiento y jardinería (576), y servicio en el hogar (538). Pese a que la capital provincial acapara la mayor parte de la población y también de la actividad económica, apenas registra un tercio de los extranjeros afiliados a la Seguridad Social. No obstante también destaca en casi un cuarto de ellos son autónomos (1.014).

Las cifras oficiales recogidas por la Consellería de Emprego e Igualdade señalan también a una tendencia de los migrantes de determinadas nacionalidades hacia determinados sectores. Por ejemplo, hay tres actividades económicas en las que ciudadanos de un mismo país suponen más de la mitad de la mano de obra extranjera: los marroquíes firmaron el 51,8% de los contratos de ganadería y agricultura el año pasado, los indonesios el 58,6% de los de pesca y los rumanos el 62% de los de silvicultura.

Estas tendencias también han sido observadas de manera directa por Ángel Vellé, uno de los abogados de Lugo que recibe mayor casos relacionados con extranjería. "Hay mucho marroquí en granjas; los dominicanos sobre todo llegan con ofertas de hostelería. Pero he tenido de todo, hasta una norteamericana a punto de ser ilegal, que vino con una empresa de energía eólica, la cesaron y sin oferta de trabajo se ponía en situación irregular", expone.

TABLA

No se trata, sin embargo, de una ciencia exacta, porque los perfiles de las personas que pasan por su despacho varían con el tiempo, aunque todos con una característica común: "La mayoría, el 70 de mis clientes, llegaron para que les ayudase a conseguir el permiso de trabajo y residencia". Precisamente lo más complicado, porque se necesitan tres años permanencia en España y una oferta de trabajo. Según este abogado, "lo más complicado es la oferta de trabajo, a no ser que tenga una red de apoyo muy fuerte. Esto pasa mucho entre los latinos, sobre todo dominicanos, que tiene una gran red apoyo entre ellos, porque se conocen de familias o vienen porque está aquí un familiar o un conocido. Esa gente ya lleva más años en Lugo y le es más fácil moverse para conseguirlo. Para un marroquí, un mena o alguien que viene en patera le es muy difícil".

Una complicación que, en caso de Lugo y según la experiencia de Vellé, se une al hecho de que al administración "hace una interpretación muy restrictiva de la norma, demasiado rigorista. Es verdad que hay muchas veces que esas resoluciones administrativas se recurren al juzgado Contencioso-Administrativo, y la interpretación judicial es mucho más beneficiosa para el solicitante".

Este experto también reconoce que "una vez obtenido el primer permiso de residencia, luego va rodado. Si no pasa nada raro, al año lo renuevan por otros dos y luego ya pueden pedir el permiso de residencia permanente. No suele haber problemas". Los problemas, generalmente, se los causa cada uno, habitualmente por encontronazos con la ley. Ángel Vellé advierte de que el permiso de trabajo y residencia "no se le da a nadie con delitos previos. En ese expediente habrá un informe desfavorable de la Policía, con las detenciones, procedimientos abiertos y condenas del Registro Central de Penados y Rebeldes. Y, por supuesto, con una condena penal no se puede obtener".

Después de unos años en los que recibió en su despacho de Lugo a muchos subsaharianos, "sobre todo de Senegal", Vellé percibe que en los últimos tiempos estos han dejado de elegir Lugo y que ahora la práctica totalidad de trabajadores que quieren regularizar su situación es de "Marruecos y Latinoamérica".

Una población con mucha precariedad

Los extranjeros no son ajenos a uno de los grandes problemas del mercado laboral nacional, el de la precariedad. No es raro que, independientemente de su nacionalidad, no dispongan de un contrato de larga duración, una circunstancia que se suma además al hecho de que tengan alta presencia en sectores con mucha temporalidad. La prueba más notoria es que pese a que en 2022 solo había 16.785 extranjeros asentados en la provincia de Lugo, se firmaron 12.836 contratos laborales.

LA FORMACIÓN Ligado al anterior problema se encuentran otros como la formación. Muchos carecen de la formación oficial que se exige para el desarrollo de determinados trabajos, y para los que sí llegan formados no siempre es fácil homologar sus títulos. Caso aparte es el del carné de conducir, en especial si proceden de países con los que no hay convenio para que se convaliden, pese a la necesidad de mano de obra en el transporte.

"La inserción laboral de la mujer es mucho más rápida, en servicios"

karina

Karina Sánchez, secretaria de la asociación VeneLugo, lleva cinco años en la ciudad, donde ha vivido el reciente éxodo de venezolanos a causa de la situación política del país, una migración que ha situado a su comunidad como una de las más amplias en Lugo, cercana a las 1.500 personas.

Sánchez explica que estas cicunstancias hacen que "los venezolanos hayamos migrado a una edad muy alta, nuestra media está en lo 35-40 años". Eso implica problemas propios, sobre todo para los hombres, ya que "es mucho más rápida la inserción laboral de las mujeres que la de los hombres: en el área de servicios, atención al domicilio y a personas con dificultad motriz... incluso a altas edades".

Para el hombre es más complicado encontrar su primer trabajo, lo que los empuja a "la construcción, la limpieza y ganadería. Los que son jóvenes sí que encuentran rápido en hostelería, pero para el hombre con más edad es más complejo".

Karina considera que sus compatriotas eligen Lugo "porque es una ciudad muy barata", pero "cuando llegamos aquí encontramos una red social de apoyo mucho mayor que en otros lugares, y el lucense tiene una empatía sobre el espacio migratorio"

"Hay muchos marroquíes en las granjas y dedicados a la venta ambulante"

Norddine

"La mayor parte de la gente se dedica a la venta ambulante. Luego también hay oficios como albañil, pintor, trabajos de construcción. Y en el sector ganadería trabaja mucha gente, porque no hay otros puestos para trabajar y cuando no se encuentra otra cosa van a ahí". Quien habla es el presidente de la Asociación As-Salam Lugo, Norddine Dahmounin, un marroquí que, sin embargo, aclara con orgullo que "de las nuevas generaciones todos están estudiando. Mis hijos están en la Universidad de Vigo, hay chicas con máster y doctorado. Están trabajando para que les vaya mejor que a los padres".

Sobre la llegada de sus compatriotas a la provincia, indica que "muchos vienen ya con contrato con visado, otros por reagrupación familiar, pero lo difícil es siempre encontrar en el primer trabajo. No hay tanto trabajo como en el sur, donde hay mucha agricultura". Pese a ello, "la integración es rápida. La gente es muy educada y amable. Quien viene se queda".

"Los lucenses tienen un trato magnífico y saben valorar el trabajo ajeno"

sandra

Sandra Rengifo representa a una de las comunidades con mayor presencia, la colombiana. Como en otros casos, reconoce que Lugo se suele elegir como destino porque es una ciudad muy barata, aunque luego "no vamos quedando por la tranquilidad, para criar a los niños, es un ciudad que impacta, algo mágico". A eso se añade que "los lucenses son personas de un trato magnífico y que saben valorar el trabajo de las personas".

Según Rengifo, los colombianos en Lugo se ocupan en sectores como "la hostelería, incluso en cocina, y en el sector de la limpieza, tanto en comunidades, como en empresas como en domicilios".

Sin embargo, si tiene que destacar un sector, en especial para las mujeres, es el de los cuidados a personas mayores y enfermos. De hecho, es muy habitual, indica, que "luego, cuando llevan una tiempo, quieran titular y hacen cursos de formación para tratar de subir a otra escala, como prestar cuidados en el hospital".

Empleos como la panadería o el comercio son otras opciones para los colombianos, además de "los de la aldea, en el campo, cuando la gente no está regularizada". 

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