Los horarios, lo que más disuade a los trabajadores lucenses de tener hijos

Es la primera causa relacionada con la situación laboral para posponer la paternidad, seguida de los salarios

Familia pasea en Lugo. EP
photo_camera Familia pasea en Lugo. EP

Con un índice de envejecimiento del 216% - es decir, 216 personas mayores de 65 años por cada 100 menores de 20-, Lugo es una de las provincias gallegas, junto con Ourense, con peores perspectivas demográficas. En 2015, el último año del que hay datos sobre la tasa bruta de natalidad, nacieron 8,15 niños por cada 1.000 habitantes. Son múltiples los factores que concurren para configurar este cuadro desolador para el futuro de la provincia y cabe preguntarse si alguno de ellos tiene que ver con la situación del mercado de trabajo.

El Instituto Galego de Estatística ofrece información sobre cómo la situación laboral de los trabajadores influye en sus planes de procreación. Según los últimos datos, relativos al año 2016, pocos lucenses de los que tienen trabajo se sienten condicionados por este factor para tener descendencia. Según los datos del IGE, esta circunstancia pesa en la decisión de tener hijos en un 13% de la población ocupada. La cifra desciende aún más cuando se pregunta si la situación laboral influye en la edad de procrear, algo que solo pesa a la contra en el 9,2% de los casos. Si lo que se pregunta es si las condiciones laborales son determinantes para decidir el número de hijos, la respuesta es positiva en el 11,4% de los encuestados. En todos los casos, Lugo es la provincia gallega donde estos factores tienen menos incidencia, aunque no lejos de la media autonómica, que se sitúa en el 14,6; 11,6 y 13,54, respectivamente.

Entre las personas que admiten que las circunstancias laborales en las que se encuentran sí condicionan sus planes reproductivos, la razón que más peso tiene para ellos es el horario incompatible con el cuidado de los hijos, aducida por el 75% de los encuestados.El hecho de que el salario que perciben no sea suficiente para mantener a flote la unidad familiar es la segunda causa, por orden de importancia, ya que la menciona el 69% de los encuestados. En menor medida influye el efecto que pudiera tener la paternidad o maternidad en las carreras profesionales, un argumento que juega a la contra en el caso del 30% de las personas que respondieron a la encuesta. En último lugar se sitúa la falta de estabilidad laboral, que influye en el 26% de los encuestados. Igual que sucedía con los criterios anteriores, el comportamiento de los lucenses no difiere del resto de los gallegos, a quienes les afectan estos factores en el mismo orden, aunque sí tienen una incidencia ligeramente mayor que para la media de los gallegos en las mismas circunstancias.

PESA MÁS A LAS MUJERES. Para saber si la percepción es la misma en el caso de hombres y mujeres o en función de la franja de edad en la que se encuentren los trabajadores, hay que remitirse a los datos autonómicos, pues la encuesta del IGE no aporta esta información a nivel provincial.

Tomando como referencia, pues, el marco general gallego, parece que son las mujeres las que se sienten más presionadas por la situación laboral en la que se encuentran cuando se plantean la maternidad. Al 16% les influye en la decisión de tener hijos -mientras que en el caso de los hombres el porcentaje es del 13%-, al 12,7% en la edad de plantearse la maternidad -el 10,7% en el caso de los hombres-; y al 14,5% en el número de hijos -el 12,6% de trabajadores masculinos-.

Por franja de edad, los más preocupados por la situación laboral son los trabajadores que se encuentran entre los 16 y los 39 años. En realidad, la estadística del Ine establece dos grupos, de 16 a 29 y de 30 a 39, pero los tantos por ciento que arrojan son muy similares en los dos casos. Cuando les preguntan si la situación laboral les condiciona la maternidad o paternidad, el 27% dice que sí. Para el 21% influye en la edad a la que serán padres o madres y, especialmente entre los de 30 a 39 años, en el número de hijos que se plantean tener, según confiesa un 24,7% en este tramo de edad, frente a un 21,5% del grupo más joven.

La importancia de estos factores desciende entre los gallegos ocupados con edades comprendidas entre los 40 y 49, entre los que un 13% asegura que las circunstancias laborales condicionan sus perspectivas de tener descendencia y el número de hijos, mientras que un 10,8 confiesan que influye o en la edad a la que se plantean tener hijos.

Por encima de los 50 años, las respuestas afirmativas son totalmente residuales y no llegan a alcanzar el 1%.

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