Historia de una voluntad

José Rozas recuerda a su primo, que pintó con él el retablo de Alto, generando una gran polémica
José Rozas y José Manuel Teijeiro en San Xoán do Alto en 2014. AEP
photo_camera José Rozas y José Manuel Teijeiro en San Xoán do Alto en 2014. AEP

Dos primos, José Rozas y José Manuel Teijeiro, pusieron a San Xoán do Alto en el mapa con la polémica restauración de un retablo de la iglesia. La intervención hizo que en el obispado se tiraran de los pelos por el resultado y el caso de Lugo, que se produjo poco después de que Ceciclia Giménez deformara el Ecce Homo de Borja, en Zaragoza, se volvió mediático.

Fue en 2014 y José Manuel Teijeiro falleció hace un año -este sábado se celebró una ceremonia en su memoria en Santa Eulalia de Bóveda. Tras la desaparición de Teijeiro, Rozas volvió a salir esta semana a la escena pública para reivindicar el trabajo de su primo en la iglesia de San Xoán do Alto.

"Era un chaval muy preparado", defiende Rozas, que no deja de recordar que el retablo sigue tal y como ellos lo pintaron. Pese al escándalo que se formó, él dice que su primo, que era delineante, era una persona competente y recuerda que también tallaba muy bien la madera.

Fue él quien empezó la polémica intervención en el retablo fue Rozas, pero tenía problemas de sensibilidad en las manos porque sufre esclerosis múltiple y su primo decidió echarle una mano. Acabaron el trabajo, pero se formó el escándalo. "Fue un incomprendido", dice ahora Rozas de su primo.

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