Hierbas acuáticas del Rato proliferan por el escaso caudal y falta de sombra

Vegetación en un tramo de cauce del río Rato. AIDA SOENGAS

El director del Ibader alerta sobre la mala gestión del entorno del río, al que se debería devolver la vegetación de la ribera

LUGO. Las hierbas llenan el cauce del Rato y la escasez de agua permite que sea solo eso lo que se ve: una cuenca vacía, llena de verde. En realidad, ese fenómeno sobre el que usuarios del paseo han llamado la atención, pidiendo que se limpie cuanto antes, es un fenómeno natural, que seguirá repitiéndose cada verano sin no se toman medidas. La proliferación de ese tipo de vegetación se atribuye precisamente al escaso caudal y a la desaparición del bosque de ribera, con lo que el cauce recibe más sol.

Pablo Ramil, director del Instituto de Biodiversidade Agraria e Desenvolvemento Local (Ibader), explica que no hay que retirar las plantas. Cortarlas no acabaría con ellas, más bien al contrario. Si lo que se pretende es reducir su presencia habría que devolver el cauce a su discurrir natural y recuperar la vegetación de ribera. De esta forma aumentaría el caudal, que es la manera de que las plantas no proliferen.

Esas claves son, en realidad, las que contribuirían a un buen manejo del entorno del Rato, según Ramil, para quien, en la actualidad, «deja muchísimo que desear». Si bien, considera positivo que Lugo cuente con un paseo como ese, próximo y con demanda, que servirá como elemento integrador ante un futuro crecimiento de la ciudad, también estima necesario cambiar su gestión. Una de las cosas a cambiar es la política de desbroces.

«En Europa hay varias tradiciones de jardines: el francés, el inglés y el gallego, que es el que encarna un señor con una desbrozadora que lo desbroza todo», ironiza. Entrar a desbrozar dentro del caudal, algo que ocurre al menudo, acaba con la vegetación de ribera, protectora del propio caudal y favorece la instalación de especies invasoras, explica el especialista.