"Sería como un andamiaje temporal, que tienes montado mientras haces la obra y que una vez acabada desaparece", explica Alba Abellas, hemodinamista del Hula que ha centrado su tesis precisamente en analizar si estos dispositivos cumplían su función y lo hacían con seguridad.
Su trabajo, que le ha merecido el reconocimiento summa cum laude de la USC, reúne artículos publicados en varias revistas siempre centrados en ese tipo de stent colocados a pacientes del Sergas. Cuando la doctora Abellas abrió su línea de investigación trabajaba en el hospital de Santiago y el stent reabsorbible que había en el mercado, confeccionado con un polímero, estaba disponible en todos los centros.
La hemodinámica colocó más de 40 stents de este tipo con magnesio a pacientes de Lugo con buenos resultados
Saltó una alerta sobre este dispositivo a raíz de varios problemas que se empezaron a comunicar y dejó de fabricarse. Sin embargo, la doctora Abellas confirmó que el problema no era tanto del producto como de la manera en la que se usaba. "Vimos que si se colocaba con una técnica precisa, usando tecnología de imagen intracoronaria para dilatar bien la arteria, eligiendo la medida exacta y en pacientes bien seleccionados eran eficaces y seguros" explica.
A la misma conclusión llegó con los siguientes que se comercializaron, los de magnesio, que han recibido más de 40 pacientes del Hula, pero que por el momento solo se colocan en el marco de un ensayo clínico.
La doctora Abellas explica que, en el caso de las unidades de Hemodinámica del Chus y del Hula, se hizo una selección de los pacientes como se recomendaba: jóvenes, con lesiones no graves que no precisaran más de uno o como mucho dos stents, con poco calcio. Los resultados fueron buenos, y, por ejemplo, de los más de 40 del Hula solo hubo que volver a operar a dos, algo que ocurre también con los convencionales.