Las obras de peatonalización que está llevando a cabo el Concello en la calle Pintor Luis Seoane, en A Milagrosa, dejaron al descubierto algunos restos del acueducto mandado hacer por el obispo Francisco Izquierdo y Tavira a mediados del siglo XVIII para llevar agua desde A Piringalla hasta el Lugo de dentro de murallas.
Los hallazgos son de escasa relevancia, por lo tanto no se dejarán al descubierto. Se trata de unos fragmentos de cantos rodados, situados en la base del colector. Según fuentes municipales, era habitual hace años que se aprovechase la infraestructura más antigua para hacer otra nueva simplemente restaurando la anterior. Eso fue lo que sucedió con este colector, de ahí que se conservasen estos restos del acueducto del siglo XVIII en la base.
Inicialmente, se pensó que podrían ser restos romanos -dado que el acueducto romano seguía el mismo trazado y también pasaba por este mismo lugar- pero, por lo de ahora, no se encontraron hallazgos procedentes de esa época, según el Ayuntamiento.
Los hallazgos son de escasa relevancia, por lo tanto no se dejarán al descubierto
El proyecto del obispo Izquierdo incluía también la construcción de tres fuentes en el casco histórico: la de la Praza do Campo, la de la Praza Maior y otra en el patio del palacio episcopal. Hasta entonces, solo había una, la de A Magdalena, en Recatelo.
El proyecto costó más de 300.000 reales pero, a cambio, Lugo tuvo una conducción de agua potable, un bien escaso dado que, según relata José Villa-Amil, en la Crónica general de Lugo, la escasez de agua en Lugo era tanta entonces que no solo faltaba para beber y para usos domésticos sino también para apagar incendios.
El acueducto del siglo XVIII aprovechó la canalización romana para llevar agua desde la fuente de O Castiñeiro, en A Piringalla, hasta el centro por A Milagrosa.
El proyecto costó más de 300.000 reales pero, a cambio, Lugo tuvo una conducción de agua potable
PEATONIZACIÓN. Por otra parte, avanzan a buen ritmo las obras de peatonalización de esta calle donde el Ayuntamiento pretende hacer lo que llama una "plataforma única", en la que haya prioridad para los peatones pero también donde puedan circular vehículos para determinadas actuaciones concretas como, por ejemplo, operaciones de carga y descarga, la entrada o salida de un garaje o también el libre acceso a taxis tanto para recoger como para entregar clientes.
